Los partidos de oposición deben asegurarse de que los Organismos Constitucionalmente Autónomos (OCAs) no desaparezcan. Andrés Manuel está tratando de eliminar estos OCAs porque no actúan de acuerdo a sus preferencias.
El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció el pasado lunes la necesidad de llevar a cabo una Reforma Administrativa en la que se eliminarían los organismos autónomos, que según él no benefician al pueblo y están al servicio de minorías. Para lograr esto, solicitará al Congreso que apruebe cambios en la Constitución para desaparecer el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) y el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), los cuales son organismos constitucionales autónomos (OCAs) que gozan de independencia en su funcionamiento y toma de decisiones, sin estar subordinados al poder ejecutivo actual de AMLO ni al poder legislativo controlado por su partido Morena.
Andrés Manuel está buscando eliminar estos organismos constitucionalmente autónomos porque no se comportan de acuerdo a sus preferencias. Resulta interesante que no quiera desaparecer la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) que actualmente está siendo presidida por una de sus leales seguidoras, Rosario Piedra Ibarra. También solicita la desaparición de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), la cual no es considerada un organismo autónomo constitucional.
AMLO, quien parece considerar que el periodo más próspero del país fue entre 1929 y 1982, cuando los presidentes priistas gobernaron sin rendir cuentas a nadie, desde hace tiempo busca eliminar o controlar a todas las entidades que no se someten a sus deseos o caprichos, ya sean organismos como el Instituto Nacional Electoral (INE), el Banco de México y los mencionados anteriormente, o los ministros, magistrados y jueces del poder judicial que, como un poder independiente, actúan con autonomía.
El presidente parece no tener en cuenta el propósito de los organismos autónomos constitucionales en México, los cuales fueron creados con el objetivo de fortalecer la democracia, proteger los derechos de los ciudadanos, promover la rendición de cuentas y asegurar la independencia en áreas clave de la administración pública. También parece ignorar que estos organismos contribuyen a mantener la separación de poderes en un sistema democrático, al ser independientes de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, lo que les permite ejercer sus funciones sin interferencia indebida. Tampoco muestra preocupación por la protección de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como los derechos humanos y el derecho al voto. Además, le molesta que estos organismos promuevan la transparencia gubernamental, garanticen el acceso a la información pública, fomenten la rendición de cuentas y permitan a los ciudadanos supervisar las acciones del gobierno. Por si fuera poco, no parece tener interés en fomentar la competencia, regular los mercados y prevenir prácticas anticompetitivas.
Aunque en ocasiones el desempeño de los OCAs no ha sido satisfactorio, no se puede negar que su presencia ha sido beneficiosa para mejorar nuestra sociedad. Han fortalecido la democracia, protegido los derechos humanos, promovido la transparencia gubernamental, fomentado la competencia y asegurado la rendición de cuentas. Su independencia y habilidad para actuar en beneficio de la sociedad han sido fundamentales para avanzar hacia un México más justo y democrático.
En vista de lo expuesto, es responsabilidad de todos los partidos políticos de la oposición evitar la desaparición de las OCAs.
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