En Estados Unidos, la huelga en la industria automotriz continúa empeorando con nuevos paros y acusaciones mutuas. El líder del sindicato United Auto Workers ha cumplido con sus advertencias y ha incluido dos plantas más a las 41 que ya estaban en huelga.
El líder del sindicato United Auto Workers cumplió con lo que había advertido y agregó dos fábricas de ensamblaje a las otras 41 instalaciones que ya se encontraban en huelga.
La huelga en la industria automotriz en Estados Unidos se ha intensificado después de que el sindicato United Auto Workers (UAW) haya decidido detener la producción en dos plantas más. Mientras tanto, Ford ha acusado al sindicato de intentar perjudicar a los fabricantes de automóviles.
Shawn Fain, el presidente de UAW, ha cumplido con sus advertencias y ha incluido las plantas de montaje de Ford en Chicago (Illinois) y la de General Motors (GM) en Lansing Delta Township (Míchigan) a los otros 41 centros que ya se encontraban en huelga.
Después del comunicado de Fain, alrededor de 25 mil empleados de GM, Ford y Stellantis han dejado sus empleos, lo que representa aproximadamente el 18 por ciento de los miembros de UAW que trabajan en estas tres empresas.
Lamentablemente, a pesar de que estamos dispuestos a negociar, Ford y GM se niegan a hacer un progreso significativo en las negociaciones. Por lo tanto, a partir de las 12:00 h local, vamos a extender la huelga a estas dos compañías, anunció el presidente de UAW en una transmisión en Facebook.
Fain explicó por qué el sindicato decidió no incluir a Stellantis en los últimos paros. Esto se debe a que la compañía presentó una oferta el viernes pasado que representa un avance significativo en términos de compensación por el aumento del costo de vida y el derecho a hacer huelga de los trabajadores.
El 22 de septiembre, UAW decidió ampliar la huelga a otros 38 lugares de trabajo después de haber reconocido el progreso y la cooperación de Ford en las negociaciones.
El viernes pasado, Fain premió a Stellantis y mostró su descontento hacia Ford, lo cual generó una fuerte reacción por parte de esta última.
Poco tiempo después de que Fain, el CEO de Ford, hiciera el anuncio, Jim Farley, el director ejecutivo de la compañía, se presentó frente a los medios de comunicación y afirmó que la estrategia poco común de UAW, que ha convocado huelgas simultáneas en los tres principales fabricantes de automóviles de Estados Unidos, busca generar "una situación de caos en la industria".
Farley afirmó que la UAW está ocultando la verdad a sus miembros, poniendo en peligro el futuro de los empleados y no negociando de manera sincera, a pesar de que la empresa ha presentado una propuesta considerada como "histórica".
Según Farley, es posible que se hubiera alcanzado un acuerdo sobre salarios y beneficios, pero UAW está priorizando las plantas de baterías y reteniendo el acuerdo como rehén. Farley sugiere que las acciones del sindicato parecen estar planeadas de antemano.
En un comunicado, Stellantis declaró que continúa trabajando para alcanzar un acuerdo que cumpla con las demandas de los empleados y garantice la competitividad de la compañía frente a la intensa competencia del mercado.
Stellantis afirmó que ha habido progreso en las conversaciones, aunque aún existen discrepancias. La empresa se compromete a continuar negociando de manera ágil para alcanzar un acuerdo equitativo y responsable que permita a todos volver a sus empleos lo más pronto posible.
Farley mencionó que Ford está abierto a negociar con UAW, pero destacó que la empresa no puede comprometer su futuro con demandas desproporcionadas. Si el sindicato no cambia su postura, esto podría llevar a una interrupción de las negociaciones.
Según los datos proporcionados por EFE
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