Corea del Norte decidió suspender sus planes militares contra Corea del Sur, decisión que de acuerdo con la agencia de noticias norcoreana KCNA se produjo luego de la reunión que sostuviera el líder norcoreano Kim Jong-un con la Comisión Central Militar el martes donde se “evaluó la situación prevaleciente”.
Esta acción se enmarca en un periodo en el que se ha deteriorado de manera rápida la relación entre las dos naciones, y en el que incluso la oficina de enlace conjunta que se ubica en la ciudad de Kaeson, ubicada al norte de la zona desmilitarizada, fue dinamitada por Corea del Norte. Oficina que se encontraba vacía debido a que fue cerrada por la pandemia de coronavirus SARS-CoV-2.
Los posibles planes militares incluían el despliegue de unidades en el área turística del monte Kumgang y la zona industrial de Kaesong y el reestablecimiento de puestos de policía que habían sido retirados de la zona.
Esta tensión entre las dos naciones se dio por el hecho de que grupos de desertores del Norte, que ahora viven en Corea del Sur, han lanzado desde la zona desmilitarizada globos a Corea del Norte con folletos criticando el régimen de ese país.
Hecho que Corea del Norte señaló como una violación a los acuerdos que hubo en el 2018 entre Kim Jong-un y el presidente surcoreano Moon Jae-In, en el que se acordó cesar los actos hostiles y “eliminar sus medios” en los que se incluyen las transmisiones a través de altavoces y la distribución de folletos a lo largo de su frontera.
De hecho el lunes en la noche un grupo de desertores envió desde Corea del Sur 500 mil folletos más sobre “la verdad sobre la Guerra de Corea“, el grupo señaló que usaron para ello 20 globos con los que también enviaron al Norte 500 folletos sobre “la exitosa Corea del Sur”, además de dos mil billetes de un dólar y mil tarjetas SD.
Mientras que los surcoreanos habían reaccionado de manera enérgica a la demolición de la oficina de enlace y a los señalamientos de la hermana de Kim Jong-un, Kim Yo-jong, quien se había vuelto la cara visible del gobierno cuando se empezó a especular sobre la salud de Jong-un.
Por otro lado fuentes militares de Corea del Sur reportaron que el martes Pyongyang completó la instalación de 20 altavoces para emitir propaganda a lo largo de la frontera (de los cuales la mitad ya habían sido retirados) además de que se informó que grupos de cinco soldados eran enviados a sus puestos de vigilancia a la frontera con Corea del Sur, algo que los surcoreanos no consideraron como una maniobra para hacer realidad las amenazas norcoreanas de emprender los planes militares contra el país.