Por Arturo de Dios CHILPANCINGO.- Nazareth Marino Hurtado es un joven de 25 años que utiliza la tecnología para ayudar. Desde hace tres años se encontró con la impresión 3D y desde entonces, no ha dejado de imprimir prótesis de manos y brazos. Comenzó a investigar quiénes en México o Guerrero u otro país estaban haciendo prótesis. Se topó con una realidad, el costo de las máquinas eran superiores a sus capacidades económicas y su desconocimiento de la ortopedia, pero no se rindió. Solicitó 15 mil pesos en préstamos a la Universidad Autónoma de Guerrero, donde trabaja como bibliotecario y sus padres lo apoyaron con el resto. Arrancó con la búsqueda de pacientes a través de Facebook. Tuvo muchas respuestas, pero le preguntaban si era médico, si tenía maestría o algún doctorado. Nazaret no tenía nada de eso, él era sólo un joven que estudió sistemas computacionales y quería ayudar; la lista de posible pacientes se depuró sola.El proyecto de Nazareth ya tiene forma y nombre: ‘LabMaKe’, una pequeña empresa que administra con la colaboración de amigos y compañeros. leer más
Source: El Gráfico