Hoy se conmemoró en Hiroshima el 75° aniversario del lanzamiento de la bomba atómica “Little Boy” sobre esa ciudad por parte del ejército estadounidense en el contexto de la Segunda Guerra Mundial. Durante el evento el alcalde de la ciudad japonesa dio un discurso en el que llamaba a un desarme nuclear en todo el mundo.
Durante el evento y como cada año a las 08:15 horas del tiempo local se guardó un minuto de silencio, debido que a esa hora fue cuando cayo la primera de las dos bombas atómicas que Estados Unidos lanzaría sobre territorio japones. Este artefacto provocó la muerte instantánea de 70 mil personas, provocando heridas en decenas de miles de japoneses.
Posteriormente el 9 de agosto de 1945 los estadounidenses lanzarían en la ciudad de Nagasaki la segunda bomba nuclear, “Fat man“, en este caso fallecieron 39 mil personas de forma instantanea, aunque se estima que en 1950 en las dos ciudades niponas habían fallecido 340 mil personas a causa de los dos artefactos atómicos, sobre todo por enfermedades producidas por la exposición a la radiación ionizante.
Durante el evento realizado en el Parque de la Paz (el cual fue erigido en la zona cero) el alcalde de Hiroshima, Kazumi Matsui, durante su discurso de refirió a la carrera armamentística, incluso nuclear, en la que se han enfrascado varias potencias.
Afirmó además que: “la sociedad civil debe rechazar el nacionalismo y unirse en contra de todas las amenazas […] La gente de todo el mundo debe unirse para conseguir la abolición de las armas nucleares y lograr una paz duradera”.
Matsui también emitió un mensaje al Gobierno japones para que se adhiera al Tratado para la Prohibición de las Armas Nucleares que fue adoptado en 2017 y que lamentablemente cuenta sólo con 40 de las 50 ratificaciones que se necesitan para que este acuerdo entre en vigor, y es que paradojicamente a pesar de ser el único país que ha sido bombardeado con armas nucleares Japón no está adherido al tratado.
Datos del Comité Internacional de la Cruz Roja estiman que en el mundo existen más de 14 mil bombas nucleares, algunas de las cuales llegan a tener un poder destructivo mucho mayor al que tenían las bombas lanzadas en territorio japones.
El comité también advirtió que si se volviera a producir un ataque nuclear las consecuencias serían tan devastadores que no podría darse una respuesta humanitaria efectiva al evento.