La Reina del Soul fue un denominador común y constante de la vida negra. Su funeral coronará una semana de homenajes que no solo han sido testimonio de su vida y su legado musical
Aretha Franklin, la Reina del Soul, le perteneció a su Dios, su ciudad, su comunidad, y ahora, la historia.
Las instituciones culturales que amó han tenido un gran papel en las celebraciones de su vida previo a su sepelio de hoy viernes. Más de dos docenas de ministros, intérpretes seculares y Góspel, y artistas, deportistas y activistas por los derechos civiles negros, integran la lista de personalidades que rendirán homenaje a Aretha Franklin en un servicio maratónico de cinco horas.
Al igual que Aretha Franklin, su ceremonia será indudable y orgullosamente negra, dijo el sociólogo de la Universidad de Georgetown nacido en Detroit, Michael Eric Dyson, quien hablará en el funeral de la superestrella.
“Fue nuestra voz durante medio siglo”, comentó Michael Eric Dyson.
Le dio expresión a nuestros deseos…deseos espirituales, deseos políticos, deseos sexuales…era una reina de servicio completo. Era la diva del pueblo.
Aretha Franklin murió el 16 de agosto de cáncer pancreático a los 76 años de edad. Miles de personas en Detroit y alrededor del país han expresado su gratitud con Franklin por permanecer en una ciudad que muchos abandonaron, por seguir inspirando a gente tan a menudo privada de dignidad.
La Reina del Soul fue un denominador común y constante de la vida negra. Su funeral coronará una semana de homenajes que no solo han sido testimonio de su vida y su legado musical, sino también un triunfo para la cultura negra.
“Nadie hace funerales como lo hacemos en la iglesia negra”, manifestó el cantante de Góspel Marvin Sapp, quien estará entre los intérpretes del viernes. “Ni siquiera los llamamos funerales. Los llamamos servicios de regreso a casa, y sabemos cómo mandar a la gente a casa”.
La mezcla de pompa y circunstancia con toda la gente que Aretha Franklin conoció y quiso comenzó el martes en el Museo de Historia Afroamericana Charles H. Wright, que por años albergó la mayor exhibición permanente de cultura afroestadounidense. Aretha Franklin fue velada por dos días en el mausoleo, a donde miles de personas de todas las clases sociales acudieron a decirle adiós.
Fue llevada y retirada del museo en la misma carroza blanca Cadillac LaSalle de 1940 que trasladó los restos de su padre, el reconocido ministro C.L. Franklin, y de la emblemática defensora de los derechos civiles Rosa Parks a sus últimas moradas.
La iglesia negra y el Góspel, ambas presentes siempre en la vida de Franklin, han estado fuertemente representadas en sus eventos de despedida. Su funeral será en la iglesia bautista New Bethel, la sede en Detroit del movimiento por los derechos civiles, donde su padre predicó de 1946 a 1979.
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