CIUDAD DE MÉXICO.
Por primera vez desde el inicio del conflicto estudiantil, miles de jóvenes poblaron la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco. Desde ese histórico sitio, el Consejo Nacional de Huelga (CNH) no aceptó el “diálogo privado”, como supuestamente lo proponía el gobierno federal en su respuesta a la carta firmada por Juan José Martínez de la Garza, en representación del CNH.
Los estudiantes rechazaron ese ofrecimiento de diálogo privado, bajo la premisa de que “en otros movimientos estudiantiles se ha intentado en esa forma corromper a los líderes y dividirlos, y poner fin a las justas protestas”, se lee en la nota publicada por Excélsior hoy hace 50 años.
En ese mismo texto, que apareció en primera plana, con el título “Rechazaron los huelguistas la respuesta oficial, ayer, en el mitin en Tlatelolco”, también se lee otra posición de los estudiantes:
Nosotros no somos intransigentes, queremos un arreglo total, no en partes; buscaremos que se cumplan las peticiones y que termine la persecución desencadenada en contra de nuestros profesores, doctor Fausto Trejo y el ingeniero Heberto Castillo”.
También dijeron que no claudicarían ni darían un paso atrás, pues “estamos dispuestos a llevar la lucha hasta sus últimas consecuencias”, dijeron desde la Plaza de las Tres Culturas, 25 días antes del 2 de octubre.
La primera plana de este diario de hoy hace 50 años está rebosante de información relacionada con los Juegos Olímpicos. Para empezar, el anuncio de una cobertura especial por los cinco continentes, con enviados especiales de Excélsior, para tratar temas relativos a las Olimpiadas. Cobertura que fue, dice la nota, planificada por Manuel Becerra Acosta, quien hasta el 9 de agosto había sido director de El Periódico de la Vida Nacional.
Además, las entregas de los reporteros Fausto Fernández Ponte en Nueva York; Manuel Mejido en Moscú; Eduardo Deschamps Rosas en Adís Abeba, Etiopía; Manuel Becerra Acosta hijo, en Roma (que fue subdirector del diario hasta 1976) y Regino Díaz Redondo, en Manila, Filipinas (que desde 1976 y hasta 2000 fue director de este periódico).
Justo debajo de la nota de Deschamps Rosas está la información firmada por Antonio Ortega relacionada con el Movimiento Estudiantil, del 8 de septiembre de 1968.
En la nota del Movimiento se hace referencia a la manifestación en Tlatelolco, donde participaron cinco oradores: del CNH, de la Coalición de Profesores de Enseñanza Media y Superior Pro Libertades Democráticas, una madre de familia y un trabajador de Petróleos Mexicanos.
Para abrir boca, en ese mitin se dio lectura a una carta de Valentín Campa, enviada desde la Cárcel Preventiva, en la que agradecía la defensa de los estudiantes en favor de la libertad “de quienes sólo cometieron el delito de manifestar su desacuerdo en las disposiciones del gobierno y se mantuvieron firmes en esa actitud hasta el presente”.
En ese acto también se leyó una carta de una agrupación de campesinos en la que se menciona el abandono en el campo por parte del gobierno, ocultamiento de actos represivos en contra de quienes labran la tierra, y corrupción entre los líderes que sólo defienden intereses personales y olvidan al campesino que sufre hambre, carece de educación y no tiene tierra laborable, porque la de riego se destina a políticos e influyentes.
Los estudiantes insistieron en el pliego petitorio de seis puntos, entre los que estaba la destitución de los jefes policiacos y la desaparición del cuerpo de granaderos.
Esta facción de la policía preventiva sólo participa en violaciones a los derechos democráticos del pueblo, en tanto que sus compañeros, guiados por el general Cueto, se dedican a la extorsión de comerciantes, a la explotación de delincuentes y a proteger el vicio y el delito”, dijo uno de los oradores.
El mismo 8 de septiembre de 1968 se publicó una información generada por la Confederación Nacional Campesina (CNC), uno de los sectores del PRI. El pretexto era el Informe de Gobierno del presidente Gustavo Díaz Ordaz.
La portada de Excélsior del 8 de septiembre de 1968 destaca el llamado mexicano a la paz mundial.
En ese sentido, se lee en la nota que la CNC condenaba la intromisión de manos extrañas e intereses ajenos en el conflicto estudiantil, sin que mencionara a quién se refería con manos extrañas e intereses ajenos.
Augusto Gómez Villanueva, quien durante la campaña presidencial de 2018 de José Antonio Meade apareció como su consejero político, entonces era el líder de la CNC, y en el acto de hace 50 años recibió a Abel Salgado Velasco, entonces representante del Sector Juvenil de la CNC.
En 1979, Salgado Velasco, entonces presidente municipal de Zapopan, Jalisco, fue desaforado al ser acusado de un fraude de aproximadamente un millón de pesos. Pocos días después murió en forma extraña, a consecuencia de una fuga de gas de una lámpara apagada.
Abel Salgado Velasco fue padre de Abel Salgado Peña, exdiputado federal de la LXII legislatura y que en 2018 quiso se candidato del PRI a la alcaldía que encabezó su padre.
Salgado Velasco dijo hace 50 años que los jóvenes campesinos eran “protagonistas y testigos del esfuerzo del presidente Díaz Ordaz por elevar el nivel de vida de los hombres del campo”.
Se publicó hoy hace 50 años que los 19 estudiantes del Poli y de Chapingo que habían sido detenidos por el robo de dos autobuses, uno de cada una de las instituciones educativas, rindieron su declaración ante el juez Eduardo Ferrer Mc Gregor.
Al juez, se lee en la nota, lo acompañaron dos secretarias como medida precautoria, para evitar que otros grupos estudiantiles fueran a provocar alborotos en el edifico de los juzgados en la calle Bucareli.
La diligencia de los estudiantes se realizó en el polígono de la Cárcel Preventiva y se prolongó por más de siete horas.
En este grupo de 19 detenidos estaba Cuauhtémoc Sandoval Ramírez, que murió en 2012, quien fue miembro del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y que en tres ocasiones fue legislador, dos veces diputado y otra senador.
Todos los detenidos coincidieron en afirmar que no robaron las unidades, pues, en el caso de Chapingo, ésta era propiedad de la Sociedad de Alumnos y que los estudiantes podían usarlo.
También dijeron no estar de acuerdo con las declaraciones que supuestamente dieron en la Jefatura de Policía y en la Procuraduría del Distrito, ya que tuvieron que aceptar todos los cargos, pues llevaban cinco días detenidos y querían que todo terminara de inmediato.
Junto con la consignación de este grupo de estudiantes, hoy hace 50 años, la Procuraduría General de la República incluyó un dictamen de los peritos de esa dependencia, en el que se mencionaba que el “switch” del camión del Poli fue arrancado para poder conectarlo de forma directa, y ésta es una presunción de que el vehículo había sido robado.
Otra información emitida por el Consejo Nacional de Huelga, se aclara que la UNAM —ya para este momento del Movimiento Estudiantil, el mismo CNH se había partido ostensiblemente: estaba el ala del Politécnico, con Raúl Álvarez Garín como uno de los máximos representantes, y el de la UNAM, con Marcelino Perelló al frente—, fue que se había terminado de filmar una película del conflicto estudiantil desde su arranque y que era proyectada en facultades de la UNAM.
La información dice que un grupo de cineaficionados había colaborado para filmar tres episodios del conflicto, los cuales se proyecta unir para hacer un solo filme experimental, el cual hasta el momento solamente podría ser exhibido ante los estudiantes.
Según el ala universitaria del CNH, el departamento cinematográfico de la UNAM había estado muy activo durante todo el conflicto y filma, graba y emplea fotografías fijas para todos los incidentes que han ocurrido desde el 26 de julio pasado.
Los estudiantes calcularon hace 50 años que el filme podría llegar a tener un gran valor histórico, pues, dijeron, contiene narraciones filmadas sobre los acontecimientos que han conmovido al país.
Source: Excelsior