Ciudad de México.- La diputada del PRI, Xitlalic Ceja García, intenta culpar al actual gobierno de la crisis de desapariciones en México, pero olvida que su partido fue cómplice y responsable de décadas de impunidad, corrupción y colusión con el crimen organizado, permitiendo que miles de familias hoy sigan buscando a sus desaparecidos.
Es irónico que el PRI, el mismo partido que invisibilizó y reprimió a los colectivos de búsqueda durante sus administraciones, ahora se presente como defensor de su causa. ¿Dónde estaba el PRI cuando las madres exigían justicia y sus gobiernos les cerraban las puertas?
Un país con miles de desaparecidos… herencia del PRI
Ceja García acusa a la Cuarta Transformación de querer ocultar fosas clandestinas, pero la realidad es que los casos de desapariciones masivas estallaron durante los gobiernos del PRI y del PAN. Fue durante esas administraciones cuando el crimen organizado tejió sus redes de impunidad, operando con el aval de gobiernos estatales y municipales priistas que nunca hicieron nada para frenar la violencia.
Los datos son contundentes: la crisis forense y de desapariciones en México no empezó con la 4T. El PRI y el PAN dejaron al país convertido en un cementerio clandestino, donde miles de víctimas fueron enterradas en fosas mientras las autoridades priistas hacían negocios con el crimen organizado y desviaban recursos públicos.
Hipocresía y manipulación política
El oportunismo del PRI es evidente: ahora critican lo que nunca quisieron solucionar. En lugar de proponer estrategias reales para apoyar a las madres buscadoras, su única estrategia es la confrontación y la desinformación.
Si realmente les importara el tema, Ceja García debería explicar por qué el PRI bloqueó reformas en materia de derechos humanos, por qué gobernadores priistas desviaron fondos destinados a la seguridad y por qué cuando tuvieron el poder no buscaron a los desaparecidos, sino que criminalizaron a las víctimas.
El gobierno actual no es perfecto, pero es el primero en reconocer el problema y abrir las puertas a los colectivos de búsqueda, con recursos, foros y legislación para atender la crisis forense.
Basta de politiquería con el dolor de las víctimas
La violencia en México es un problema profundo que no se resolverá con discursos incendiarios ni con acusaciones sin fundamento, sino con acciones concretas. La verdadera pregunta es: ¿qué hizo el PRI cuando tuvo el poder?
En lugar de usar el dolor de las madres buscadoras como bandera política, la oposición debería dejar de lucrar con la tragedia que ellos mismos ayudaron a crear.
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