¿Tienes hijos dependientes? No eres tú, es la cuarentena
La cuarentena por coronavirus ha venido a alterar nuestras vidas por completo: de un día para otro, tuvimos que dejar la normalidad que conocíamos, para mantenernos encerrados y protegernos.
Todos estos cambios han afectado a cada miembro de la familia, especialmente a los más pequeños.
Al igual que muchas madres, después de un par de semanas en cuarentena, es normal que empieces a notar un cambio en el comportamiento de tu hijo.
Desde que no quiera despegarse de ti, hasta que vuelva a esos comportamientos que había dejado años atrás, este tipo de acciones son señales emocionales que lanzan los pequeños como respuesta natural al miedo.
Tranquila, a tu hijo no le sucede nada malo
De acuerdo con el doctor Luciano Montero, especialista en crianza y comportamiento infantil, cuando hablamos de una “regresión” nos referimos a cuando un niño que estaba aprendiendo cosas nuevas y avanzando, de repente toma un paso atrás y comienza a repetir costumbres que tenía cuando era más pequeño.
Usualmente, este tipo de padecimientos suelen coincidir con algún acontecimiento que marca la vida de los pequeños: el inicio escolar, un nuevo hermanito, la muerte de un familiar cercano, una mudanza y, en otros casos, alguna situación que haya modificado drásticamente su cotidianidad, como el aislamiento por COVID-19.
Para los padres, este tipo de regresiones pueden ser un gran motivo de preocupación y angustia, sin embargo no hay nada que temer, pues estos son parte de una respuesta natural que lanza el cuerpo para expresar el temor e incertidumbre que ha causado el confinamiento en ellos.
Qué hacer ante estas regresiones
La doctora Miryam Triana Junco, pediatra especialista en neonatología y consultora internacional de lactancia materna, asegura que lo mejor que puedes hacer es mantener la calma y ser empática con la forma en la que expresa sus emociones y sentimientos.
De esta forma, la especialista ha sugerido un par de alternativas para ayudar a los pequeños a superar esta etapa. Te presentamos las más importantes.
Enfócate en solucionar el problema de base: es probable que este comportamiento se origine por el miedo y la incertidumbre que le provoca vivir una situación que nunca antes había enfrentado.
Lo mejor que puedes hacer es explicarle con claridad la situación, de manera que pueda entender y saber que, eventualmente, todo va a estar bien.
Habla con ellos acerca de estas regresiones: dependiendo de la edad, puedes acercarte e intentar platicar con tu hijo acerca de este “nuevo” comportamiento.
Preguntas cómo “¿sientes que algo dentro de ti ha cambiado?” o ““¿cómo te sientes?”, pueden ser un buen inicio para que comiencen a dialogar acerca de esta problemática.
Ayuda psicológica
Si este tipo de comportamientos comienzan a prolongarse durante meses y a implicar otras alteraciones mentales y físicas como enuresis (hacerse pipí en la noche) o ansiedad, será necesario buscar ayuda de profesionales.
Esto podría indicar otro tipo de padecimientos, acude con tu especialista para que puedan trabajar al respecto.
Otras formas de ayudarlo es asegurándonos que tengan un buen descanso, mantenerlo activo la mayor parte del tiempo, procurar llevar una alimentación adecuada, y los más importante, escucharlos y darles todo el cariño y compañía que necesiten siempre que te sea posible.
Sabemos que la situación es complicada, sin embargo recuerda que es temporal y que pronto llegará el día en que las cosas vuelvan a la normalidad.
Mientras tanto, es importante que seas paciente, cariñosa y considerada con tus pequeños. En tiempos de crisis, lo más importante es estar unidos.
Ten presente que ellos y ellas, ven el mundo a través de tus ojos. Es tu responsabilidad que aprendan a sobrellevar y entender sus emociones y que sepan cómo actuar responsablemente y con autosuficiencia en el futuro. No lo olvides.