Miles de personas participaron ayer en el pueblo español de Buñol en la “Tomatina”, una guerra festiva en la que se lanzaron 145 mil kilos de tomates como munición y que este año se celebró bajo la bandera violeta de la lucha contra la violencia machista.Además del rojo, que es el color protagonista en este día, el violeta se incorporó a esta celebración con la colocación de una serie de puntos a los que podían acudir las personas que sufrieron acoso para denunciar y recibir apoyo psicológico. Estas personas, junto a la gran mayoría de miembros de la organización de la fiesta, llevaron una camiseta morada con el lema #NoEsNo escrito en ella.LA GUERRAComo cada último miércoles de agosto, a las 11:00 de la mañana siete camiones colmados de tomates, no aptos para el consumo, comenzaron a lanzar esta fruta a los participantes en la fiesta y cubrieron de rojo las calles del pueblo.Los tomates se lanzan enteros y abollados para que no impacte el golpe y sus restos, luego, se recogen y se vuelven a lanzar a diestra y siniestra, y se restriega por la piel de otros contendientes.Como cada año, a los habitantes de Buñol se sumaron miles de personas procedentes de países como Reino Unido, Estados Unidos, Francia, Australia, India, Japón, Corea del Sur o Canadá, entre muchos otras naciones.La fiesta fue de interés turístico internacional y el Congreso español aprobó en octubre una propuesta para que sea incluida en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco. leer más
Source: El Gráfico