Vida y Política | Columna
9.15 | MX
Junio.1.2018
Francamente, desde que supo de la real candidatura del actual presidente numero 45 de los Estados Unidos de América, Donald J. Trump, como su nombre oficial lo indica, podemos deducir que el gobierno mexicano actuó de forma errática al traerlo a casa para que, por simple empatía de parte del presidente de México y su gabinete mas cercano, este cambiara su postura y se viera mas amigable con el gobierno y pueblo mexicano ante las cámaras y micrófono en caso de llegar a la presidencia.
Fracasaron. Nuestros mas grandes políticos, esos que durante años y años nos han gobernado bajo las mas terribles formas de poder y dominación al pueblo mexicano, sumiéndolo en la pobreza, el miedo, la violencia, la desigualdad, entre otros malestares que la mayoría de las y los mexicanos ha vivido alguna vez en su vida. – Quienes no lo han presenciado, pueden prescindir hasta aquí su lectura. – no supieron responder ante un magnate quien por su osado poder económico y su actitud arrogante tuviera ayer una respuesta oficial y económica contra México en lo que habían sido largos años de relaciones medianamente estables entre ambos países. Casi siempre sumisas las de México, pero esa es otra historia, y deberá ser contada en otra ocasión.
Esta decisión, – la de imponer aranceles a sus socios mas cercanos -, es resultado de los nulos avances en la re-negociación del Tratado de Libre Comercio aun existente entre los tres países integrantes: México, Estados Unidos y Canadá.
Definitivamente, esta ruptura entre “países amigos”, como han insistido gobiernos priistas durante décadas, parece demostrar totalmente lo contrario: una enemistad política y económica que evidentemente le hace mas daño a México que a los Estados Unidos por sus diferentes posiciones como actores globales ante el mundo.
Los intentos de Enrique Peña Nieto en cada ocasión que toma el micrófono para resaltar los logros de su gobierno se empiezan a escuchar mas falsos y cansinos que nunca, incluso, se muestran signos de empresas y empresarios que le deben una lealtad posiblemente deshonrosa al presidente y a su gobierno por presuntos acto de corrupción en los que estarían inmersos y que les han dado inmunidad antes las leyes y la justicia, y que, a través de cartas y comunicados emitidos para sus empleados les piden apoyar el mismo proyecto de nación que hablábamos en párrafos anteriores y que han mermado el desarrollo de la nación, haciéndolo de forma desigual y privilegiando solamente a ciertos sectores de la población, algunos muchos empresarios entre ellos.
La COPARMEX y la CEPAL publican hoy esta información sobre los salarios mínimos en América Latina, donde curiosamente queda demostrado que lo que decimos tiene una base sustancialmente comprobable.
El daño causado por la corrupción en los mas altos niveles de gobierno y que se ha propiciado a nivel cultural como una practica cotidiana, han causado un daño grave, muy grave a los mexicanos, siendo las y los antepenúltimos en percibir el ingreso mas bajo en una de las regiones menos competitivas del mundo, América Latina.