Las instituciones de reclusión para enfermos mentales nacieron en el llamdo siglos de las luces, la era del naciente racionalismo, donde se consideró que la locura y las enfermedades mentales eran situaciones que debía ‘tratarse’ encerrando a las personas en recintos parecidos a cárceles para mantenerlas controladas y alejadas del espíritu positivista que imperaba en la época.
Desde entonces hasta nuestros días, las instituciones mentales son lugares que despiertan temor y que las personas llamadas ‘normales’ suelen evitar debido a la fragilidad de la voluntad humana que representan.
Lo cierto es que lejos de sanar a las personas con este tipo de afecciones, las instituciones para acoger enfermos mentales, en la mayoría de las ocasiones solo han servido para empeorar la situación de los pacientes y para ser el hogar de profundos abusos contra la calidad humana de las personas.
Este es el caso de los llamados ‘Pasung’, término usado en Indonesia para referirse a los grilletes y que también hace referencia al concepto de permanecer encerrado o confinado en una habitación o en cualquier otro lugar. Este término fue prohibido en 1977, pero sigue utilizándose en un país en el que las enfermedades mentales continúan siendo un tema tabú.
Esta situación de abandono y precariedad fue la que animó a la fotógrafa neoyorkina Andrea Star Reese a pasar un año recopilando material fotográfico y audiovisual acerca de las verdaderas condiciones en las que viven las personas que padecen enfermedades mentales al interior de estos cuestionados recintos.
El documental Disorder deja en completa evidencia la verdadera realidad de cómo Indonesia aborda la ayuda y recuperación de aquellos que padecen desórdenes mentales.
Source: El Ciudadano
