La madrugada de este domingo, falleció a los 91 años el fundador del imperio de venta de muebles IKEA, quien se convirtió en un hombre polémico luego que en su juventud simpatizara con los nazis, durante la Segunda Guerra Mundial. "Ingvar Kamprad falleció en calma en su casa" de Småland, en el sur de Suecia, tras padecer una "corta enfermedad", anunció en Twitter Ikea. De acuerdo a Bloomberg, consultado por el diario El País, Ingvar amasó una fortuna de 47.200 millones de euros y dejó un imperio que emplea en la actualidad a 190.000 personas en varias partes del mundo y genera un volumen de negocio de 36.300 millones de euros. A pesar de se un simpatizante del fascismo a través de Nueva Suecia en Movimiento en la década de 1940, el fundador de Ikea dijo haberse arrepentido de formar parte de este. En 1994, el periódico de Estocolmo Expressen descubrió que su nombre figuraba en los archivos de Per Engdahl, un fascista sueco. "Fue el error más estúpido de mi vida", reconoció y argumentó que había sido influido por una abuela alemana y por la visión de una Europa "socialista no comunista". Además fue criticado por mudarse a Suiza para evitar los altos impuestos en Suecia, país en que fundó su afamada empresa. Kamprad fundó la cadena Ikea en 1943; eligió el nombre uniendo sus iniciales IK con las primeras letras de la granja y el pueblo donde creció. Un año después comenzó anunciándose en periódicos locales y utilizó una camioneta de reparto de leche para entregar sus productos. En un inició contaba con proveedores locales, y tras seis años fue capaz de lanzar su primer catálogo (1951). La primera exposición de muebles se abrió en Älmhult (Suecia) en 1953 y la primera tienda, en 1958. "Su legado será admirado durante muchos años y su visión para crear una vida mejor cada día para mucha gente seguirá guiando e inspirándonos", dijo Jesper Brodin, presidente del grupo Ikea, en un comunicado.