Esta es una columna de consejos sobre situaciones sociales incómodas.
P: Mi novia y yo llevamos seis meses juntos. Al cumplir tres meses, ella comenzó a hablar de convertirnos en una pareja y dejar de salir con otras personas. No estaba listo para ese compromiso, pero de todas formas acepté (¡fui un tonto!). Hace poco casi me enredo con una chica que conocí en yoga; lo habría hecho si ella no se hubiera echado para atrás (ahora me siento todavía más imbécil). ¿Qué hago? Creo que podría estar solo con mi novia en el futuro, pero todavía no he llegado a ese punto.
ANÓNIMO
R: ¿Conoces a la artista conceptual Jenny Holzer? (Es maravillosa). Coloca aforismos como “El abuso de poder nunca llega por sorpresa” en espacios públicos: en vallas, proyectados con luz sobre paredes y (mi preferida) tallados en las bancas de piedra de los cementerios. A la vista de todo el mundo, sus palabras adquieren una fuerza que quizá no tendrían dentro de una galería de arte. Recientemente vi una banca que decía: “Hay un momento en el que es claro que te has equivocado, pero continúas. A veces, cuentas con el lujo de un poco de tiempo antes de que suceda algo malo”.
Estás justo ahí. Por supuesto, habría sido mejor ser sincero con tu novia. La exclusividad en una relación no debe sentirse como una cárcel. Pero te entiendo. Veo que tal vez aceptaste porque querías complacerla (o deseabas estar listo para comprometerte). Pero, como dice esta artista: “Te has equivocado”.
Habla de inmediato con tu novia. Dile: “De verdad me importas. Pero acepté la exclusividad antes de lo debido. Me siento limitado y eso no está bien. ¿Será posible que retrocedamos un poco y sigamos saliendo sin esa promesa?” (Confesar tu otra cita frustrada me parece innecesariamente provocador. Seguro será lo único que ella escuche y no es en realidad el punto. El asunto principal es que aceptaste sin estar listo).
Tal vez diga que no y es posible que la pierdas. Es posible que tengas un problema con el compromiso en general, y no con ella. Sin embargo, hasta que no lo resuelvas no es justo continuar como vas, coqueteando por ahí o estresándote cuando una relación se vuelve un poco más seria. No hay cronogramas establecidos para las relaciones y a menudo hay tentaciones. Pero, la próxima vez, no aceptes nada hasta que estés listo para ir con todo.
Sin lugar a equivocaciones
Mi pareja es 20 años mayor que yo. A menudo la confunden con mi madre. Trato de presentarla diciendo: “Ella es mi pareja, April”. Pero de vez en cuando nos presentan solo por nuestros nombres o ni nos presentan. Con frecuencia la gente luego me dice: “Y tu mamá, ¿dónde anda?”. Yo quedo confundida y los otros, avergonzados. ¿Habrá alguna forma de corregirlos sin causar más vergüenza o impacto?
ANÓNIMO
Solo di: “Ah, no es mi mamá. Es mi pareja, April”.
La gente supone cosas que no son todo el tiempo. Para mí, la mejor manera de evitar una escena (en el futuro) es que me señalen mis propios errores (en el presente) en un tono de voz que dice “simplemente así es, punto”. Si aclarar la naturaleza de tu relación amorosa le causa a la gente “vergüenza o impacto”, es su problema, no tuyo. Ni lo pienses. Rompe las presuposiciones, una a una, y estarás haciendo del mundo un lugar un poco mejor.
La raíz del problema
Me encanta hacer genealogías, por lo que me interesan los antecedentes de las personas. Pero cuando conozco a alguien y les pregunto de dónde son, muchas veces se sorprenden, en particular si son étnicos o de alguna raza diferente a la mía. ¿Estoy siendo grosera?
MAGGIE, DE NUEVA YORK
¿Has leído los periódicos últimamente? Si no estoy equivocado, ha habido mucha sensibilidad frente a temas migratorios. También objeto tu uso del término “étnico”. Todos tenemos una etnia, hasta los más anglosajones más blancos.
Tu pregunta viene de la ignorancia y curiosidad: le preguntas a todas las personas que conoces sin importar su apariencia. Pero en un momento en que la política parece decirle a personas de algunos grupos “eres culpable hasta que demuestres lo contrario”, mejor espera a preguntar sobre los orígenes de alguien hasta que los conozcas mejor. Para entonces, ya sabrán que te encanta la genealogía y que estás al tanto de que todos venimos de alguna otra parte.