La Ley Federal del trabajo establece qué días son de descanso obligatorio y cuál es el sueldo que debes percibir si prestas tus servicios esas fechas
Es Día del Trabajo, y como cada año, los trabajadores tienen derecho a no laborar, ya que se trata de una fecha marcada como “descanso obligatorio” según lo establecido por la Ley Federal del Trabajo.
En el artículo 73 de la normativa mexicana que rige el derecho laboral, los trabajadores no están obligados a prestar su servicio los días marcados como “descanso obligarorio”. De no ser así, el patrón deberá remunerar a su empleado dos veces más de lo que percibe en cualquier otro día.
“Los trabajadores no están obligados a prestar servicios en sus días de descanso. Si se quebranta esta disposición, el patrón pagará al trabajador, independientemente del salario que le corresponda por el descanso, un salario doble por el servicio prestado.”, suscribe el artículo 73 de la legislación mexicana en materia laboral.
Si laboras el día del trabajo, se te deberá pagar doble por ley.
Por otra parte, durante el mes de mayo, los trabajadores tienen derecho a participar de las utilidades que genera la empresa en la que labora o la persona física para la que trabaja, según lo establecido en el artículo 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en el artículo 120 de la Ley Federal del trabajo.
Así pues, todas las personas que prestan un servicio de trabajo subordinado, por el que perciben un salario, tienen derecho a participar en las utilidades de la entidad económica que los emplea y que genera riqueza.
Esta prestación es aplicable para los empleados que hayan prestado sus servicios por lo menos 60 días en empresas en las que las ganancias asciendan a 300,000 pesos o más, según su declaración fiscal y que tengan más de un año en funcionamiento.
Según lo establecido por la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo, en México se debe repartir el 10% de las utilidades netas de las empresas en las que los trabajadores presten sus servicios.
Dicho monto se dividirá en dos partes iguales, la primera se asignará de manera uniforme a todos los empleados de la empresa, tomando en consideración el número de días trabajados por cada uno en el año e independientemente de los sueldos.
La segunda parte se repartirá en proporción al monto de los salarios en un año.