La luz comenzaba a filtrarse por el polvo y los escombros. El cadete Phil Davis podía sentir, al punto de casi adivinar las palabras que serían dichas, el llamado de su comandante de pelotón. La mitad de Londres yacía en ruinas y el führer no mostraba intenciones de detenerse. El deber lo llamaba, así que sus pasteles de carne picada tendrían que esperar. 

Y esperar fue lo que hicieron. Mucho tiempo, porque fueron 73 años luego del final de la 2da Guerra Mundial lo que los pasteles de carne esperaron para ser encontrados. 

La colación del cabo Phil Davis fue recientemente encontrada bajo los tablones de la cocina de un hotel en la Isla de Man, en Inglaterra. Se trataba de varios pasteles de carne picada, preparados por la madre de Davis.

Matthew Richardson, el curador de historia social del Museo de Patrimonio Cultural de Manx, especuló que lo más probable es que Davis hubiera pedido al dueño del hotel que guarde sus pasteles, temiendo que otras personas pudieran robárselos. 

A pesar de que en apariencia se ven recién cocinados, los pasteles están lejos de encontrarse en las condiciones ideales para el consumo. 

Pies de carne como los que pertenecieron al cabo Phil Davis son uno de los platos más populares de Inglaterra. Datan por lo menos desde el siglo XIV, con la receta cambiando para adecuarse a la época en la que son preparados. 

Propongo que se le bautice como “el pie del soldado anónimo”. 

Source: UPSOCL