Quinientas visitas por solo ocho dólares estadounidenses, mil por $14, cinco mil visitas por $41, doscientas mil visitas por $750… un millón de visitas y cinco mil “me gusta”, todo junto por $3.500.
Pida, y basta que pague para “convertirse” en el nuevo fenómeno del “trending” en Youtube… o no.
“Puedo ponerle una cantidad ilimitada de visitas a un video“, le dijo al diario The New York Times Martin Vassilev, quien desde su casa en Ottawa ha vendido cerca de 15 millones de visitas en lo que va de año, y por la faena se ha echado en el bolsillo USD 200.000.
“Llevan años tratando de impedirlo, pero no pueden“, declaró Vassilev en entrevista con el periódico. “Siempre hay una manera de irse por la tangente“.
Las tarifas pueden hallarse en su sitio de internet, 500views.com, pero no es el único. Otros son buycheapviews.com (compre visitas barato), ytmonster.net, devumi.com, qqtube.com…
El sitio buyviewsreview.com asegura que muchas de las cosas que se dicen sobre los peligros de comprar visitas y “likes” para videos son falsas, entre ellas: que es ilegal, que el video en cuestión es eliminado cuando se le añaden visitas compradas, que después al propietario se le prohíbe el acceso a Youtube, que cuando se marca la vista 301 la cuenta se traba…
Puede que no sea ilegal, pero lo que sí es seguro es que viola los términos del contrato que usted acuerda con Youtube cuando abre una cuenta, y las consecuencias aún no son graves.
El fenómeno no es nuevo, pero sí floreciente. Su momento más alto parece haber sido en 2013, cuando Youtube tenía casi tantas visitas falsas disfrazadas de personas como verdaderos usuarios entrando a ver los videos.
Obviamente, mientras sea legal seguirá siendo una práctica cotidiana. No es igual abrir una cuenta con un video de promoción, lo mismo de una marca de bicicletas, un viaje de crucero o una canción, y tener cero visitas que tener 10,000. El comprador potencial irá a buscar allí donde cree que otros muchos ya han mordido el anzuelo.
No necesariamente la mayor cantidad de visitas que aparezcan al pie del video garantizan el éxito comercial del producto en cuestión.
El periódico pone el ejemplo de la doctora Judith Oppenheimer, quien gastó cinco mil dólares de su bolsillo para promover el libro que había publicado por cuenta propia. Efectivamente, las “visitas” aumentaron a más de 50.000, pero las ventas siguieron igual.
De hecho, lo de irse por la tangente que menciona Vassilev es estrictamente cierto. El departamento de Youtube que se encarga de reducir las visitas falsas le dijo al New York Times que varias veces al año cambian los sistemas de detección para sorprender a los violadores in fraganti, y no pasa mucho antes de que vuelvan a multiplicarse y se hagan ilocalizables por esa nueva vía.
El segundo sitio de internet donde más búsquedas se hacen después de Google no es Facebook ni Instagram ni Twitter: es Youtube, de acuerdo con una investigación del Centro Pew citada por el Times.
Source: Infobae