El Fondo Monetario Internacional, una de las instituciones financieras internacionales más neoliberales del orbe y que suele ser crítica de los gobiernos de izquierda, indicó que la lucha que está siguiendo Andrés Manuel López Obrador contra el robo de combustible en Petróleos Mexicanos (Pemex) es la adecuada.
En un foro celebrado en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), el director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner, dijo que la lucha emprendida por el gobierno de México es la indicada:
Claramente el objetivo de ir contra el robo de combustible, creemos que es, obviamente, el adecuado; hacerlo con fuerza y de manera muy decidida es muy importante. Es un tema de corrupción, de estado de derecho, de generar los incentivos correctos a la inversión tanto pública como privada.
Destacó que este combate es un tema importantísimo para mejorar las finanzas de Pemex y en sí las finanzas públicas.
Sobre las quejas que ciertos sectores económicos están haciendo, en el sentido de que la estrategia puede generar “caos” y “afectar” a la economía del país, el directivo del FMI indicó:
Claramente una medida, de tener éxito, como la que se está implementando para disminuir y eliminar el robo de combustible, es muy importante desde el punto de vista de Pemex, y es muy importante para mandar una señal clara de respeto y fortalecimiento del estado de derecho […] Obviamente en su instrumentación puede generar problemas en varios días, pero de corregirse no tendrá impacto negativo en la parte económica.
Esta visión contrasta con la de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), que ha afirmado, en tono alarmista, que las pérdidas por el desabasto debido al combate al robo de gasolina ascienden 2 mil 250 millones de pesos.
Así lo indicó el dirigente de esta confederación, Gustavo de Hoyos, quien dijo que se llegó a esas cifras por “encuestas” a sus agremiados.
En tono de supuesto apoyo, indicó que “respaldaban” el combate, pero no con la estrategia que está siguiendo el gobierno mexicano, e incluso afirmó que prefiere tener combustible aunque, aunque haya corrupción: “sí hay desabasto y es creciente, exigimos que se ponga por delante a los ciudadanos y a las empresas y no los prejuicios ideológicos.