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El cisma en el MAS: el año en que Luis Arce y Evo Morales pasaron de ser “hermanos” a considerarse “enemigos

Durante el año, la relación entre el presidente de Bolivia, Luis Arce, y el exmandatario Evo Morales cambió drásticamente, pasando de ser cercanos a considerarse enemigos y traidores mutuos.

El presidente de Bolivia, Luis Arce, y el exmandatario Evo Morales, finalizaron el año llamándose uno al otro "enemigo" y "traidor".

Las tensiones internas en el partido gobernante de Bolivia, que surgieron hace dos años, se intensificaron en 2023, llegando a afectar al presidente del país, Luis Arce, y al exmandatario Evo Morales. Ambos líderes se han calificado mutuamente como "opositor", "enemigo" y "traidor" al final del año.

Durante la mayor parte del mandato de Morales, Arce se desempeñó como ministro de Economía. Fue Morales quien lo seleccionó como candidato presidencial del MAS para las elecciones de 2020.

A finales de 2021 comenzaron las divisiones en el MAS, cuando Morales y sus seguidores dentro del partido oficial pidieron a Arce que sustituyera a ciertos ministros, petición que no fue atendida.

Después, Morales, quien es el presidente del partido, hizo acusaciones sobre posibles actos de corrupción y protección al narcotráfico por parte del gobierno. Sin embargo, las autoridades nacionales han negado estas acusaciones.

Aunque ha habido acusaciones cruzadas entre los seguidores de Morales y los partidarios de Arce, ninguno de los líderes había mencionado directamente al otro de manera personal hasta este año, cuando la separación entre ellos se hizo evidente.

Hubo momentos de tensión entre Arce y Morales hace seis meses debido a la censura en el Legislativo del ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, quien era el más criticado por Morales.

La decisión de destituir a Del Castillo por parte de la censura parlamentaria fue anulada por Arce, quien decidió ratificarlo de inmediato. Esto fue interpretado por Morales como una defensa de la corrupción.

La división se hizo más evidente durante la convención nacional del partido en octubre pasado, donde Morales fue confirmado como líder del MAS y elegido como el único candidato para las elecciones de 2025.

Arce y su vicepresidente, David Choquehuanca, decidieron no asistir al congreso porque creían que las organizaciones sociales, que son la base del partido, no estaban representadas adecuadamente.

Después de que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) decidió cancelar el congreso y ordenar la convocatoria de uno nuevo, las tensiones aumentaron aún más.

Morales ha repetidamente acusado a Arce de traicionar al MAS, intentar eliminar al partido o intentar tomar el control de la sigla para evitar que él pueda postularse en 2025. También ha afirmado que el Gobierno se ha vuelto más de derecha y que el presidente y vicepresidente son considerados como enemigos del partido.

Arce explicó que la principal discrepancia que tiene con el expresidente es la importancia que le da a las organizaciones sociales dentro del Movimiento al Socialismo (MAS). Además, expresó su pesar por el hecho de que Morales se haya convertido en el principal opositor de su Gobierno y por haber incumplido su promesa de no hablar de candidaturas al menos hasta 2024.

Según el politólogo Franklin Pareja, Morales ha intentado tener más poder que el presidente y que las reglas de su partido estén por encima de la Constitución, lo que ha causado una fuerte resistencia por parte de Arce. Inicialmente se pensaba que Arce sería fácil de manejar, pero al final resultó ser todo lo contrario.

"Debido a que no ha cedido ni ha tomado en cuenta las críticas del líder del partido, se ha creado una división interna que ha llegado a ser tan grave que ahora es una ruptura interna. La disputa ya no se limita solo al ámbito político, sino que también se ha vuelto personal", expresó.

La separación provocó que Morales perdiera su influencia y reaccionara de manera negativa, criticando e insultando a Arce.

Pareja señala que, aunque Arce no utiliza un lenguaje directo, se percibe que el Gobierno está utilizando el sistema judicial para impedir la candidatura de Morales, aunque él no ha mencionado nada al respecto.

También existe un sector significativo dentro del MAS que ya no siente temor hacia Morales, lo que significa que él ya no será el líder absoluto y sin dudas que fue en el pasado.

Una pareja opinó que la intensa disputa que se está viviendo está teniendo un impacto negativo en la economía, la legislación y está polarizando el ambiente político electoral, con el riesgo de que la confrontación se traslade a la sociedad en general.

Según el politólogo, la capacidad de Arce para mantenerse en el poder está ligada a su habilidad para gestionar la economía en un momento de gran fragilidad.

Evo Morales es consciente de esto y por eso lo critica constantemente, esperando que cometa errores para que la nostalgia por su propio gobierno vuelva a surgir.

Según su opinión, en 2024 la situación podría empeorar aún más debido a que es un año crucial en preparación para las elecciones de 2025.

Además, se plantea la posibilidad de que si el Partido Movimiento al Socialismo (MAS) ve amenazados sus intereses y su éxito electoral debido a la disputa entre Arce y Morales, podría surgir una corriente que proponga una tercera opción y no apoye a ninguno de los dos candidatos.

Según lo reportado por la Agencia E

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