“El Chapo” | De niño pobre paso a ser el capo de drogas mas poderoso del mundo
- Pasó de vivir en un pueblo marginado y pobre a encabezar el cartel de droga más poderoso del mundo.
- La historia de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera quedó marcada este martes tras ser declarado culpable de narcotráfico y enfrentar pasar el resto de su vida en prisión.
En una foto se ve a una joven adolescente, de pelo negro y rizado con un vestido de princesa beige. Es Emma Coronel Aispuro, un año antes de casarse con Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”.
Las crónicas de aquella boda, publicadas en algunos medios mexicanos, hablan de una fiesta espectacular con cientos de invitados, comida y bebida en abundancia.
Fue el 6 de enero de 2008 en la comunidad de Canelas, en la región montañosa de Durango en el norte de México.
VE ESTO: CHAPO GUZMAN CULPABLE DE TODOS LOS CARGOS; MORIRÁ EN PRISIÓN
Fue un día feliz para “El Chapo”, quien en ese momento se encaminaba a convertir al Cartel de Sinaloa en una de las organizaciones de narcotráfico más poderosas del mundo.
Pero más de una década después, la imagen era bien distinta.
A solo unos metros de distancia, Joaquín Guzmán y su esposa escucharon este martes cómo el juez Brian Cogan anunciaba que el jurado en la corte de Brooklyn lo declaraba culpable de diez cargos de narcotráfico.
Una decisión que abre la puerta a una sentencia de cadena perpetua necesaria para Guzmán Loera.
“El Chapo” guardó silencio. Al terminar el veredicto se levantó, saludó a sus abogados y antes de salir levantó una mano hacia su esposa. Emma Coronel respondió con el pulgar en alto.
El gesto puso fin a uno de los juicios más espectaculares en Estados Unidos, pues Guzmán Loera es, hasta ahora, el capo de narcotráfico de mayor relevancia encontrado culpable en ese país.
Y termina, además, con la larga carrera de quien por varios años fue el hombre más buscado del mundo.
“Era muy pobre”
El gobierno de Estados Unidos considera a Guzmán Loera “el criminal más notorio de los tiempos modernos”.
De hecho el capo se enjuiciado como el líder principal del Cartel de Sinaloa, considerado por varios años como el de mayor tráfico de drogas en todo el continente americano.
La Fiscalía de Nueva York dice que “El Chapo” posee actualmente una fortuna superior a US$14.000 millones.
Pero según testigos que declararon en el juicio e investigaciones de autoridades mexicanas y estadounidenses, lo cierto es que Joaquín Guzmán tuvo una infancia muy pobre.
Nació el 4 de abril de 1957 en la ranchería de La Tuna, Badiraguato, un municipio en las montañas de Sinaloa de donde son originarios varios de los jefes de narcotráfico más importantes de México.
Expedientes de la entonces Procuraduría (fiscalía) General de la República (hoy Fiscalía General), revelan que los padres del capo eran campesinos.
Desde niño, Guzmán Loera ayudó a su familia y no llegó a terminar la educación primaria. Pero pronto su vida cambió radicalmente.
La Tuna, y en general el municipio de Badiraguato es desde hace seis décadas uno de los principales centros de producción de marihuana y amapola.
Según el testigo Miguel Ángel Martínez, “El Chapo” empezó a cultivar desde muy joven pequeñas cantidades de estas plantas cerca de su casa en las montañas.
“Era una persona muy pobre, y por eso entró en el mundo del narcotráfico“, contó en el juicio.
A mediados de los años 80, Guzmán Loera formó su propia banda junto con su compadre Héctor Luis “El Güero” Palma. Era un grupo pequeño, de unas 25 personas según Martínez.
“Soy muy rápido” para mover droga
Por aquel entonces, “El Chapo” era uno más de los colaboradores del Cartel de Guadalajara fundado por quien entonces se consideraba el mayor traficante de drogas de México: Miguel Ángel Félix Gallardo, conocido como “El Jefe de Jefes” o “El Padrino”.
Según este testigo, “El Chapo” se dedicaba a comprar algunos embarques de cocaína desde Colombia para la organización.
En 1989, “El Jefe de Jefes” fue detenido por la muerte del agente de la DEA Enrique Camarena Salazar, “El Kiki”.
Su imperio quedó entonces dividido. “El Chapo” y su compadre se quedaron con algunas regiones del noroeste del país.
Así nació el Cartel de Sinaloa, que en poco tiempo empezó una cruenta disputa con otros de los exsocios de “El Padrino”: los hermanos Arellano Félix, jefes del Cartel de Tijuana.
“El Chapo” fue detenido por primera vez en 1993 y permaneció en prisión hasta 2001, cuando huyó de una cárcel mexicana de máxima seguridad escondido en un carrito de lavandería.
Pero, al parecer, la prisión no impidió que siguiera traficando con drogas.
Según reveló en el juicio el testigo Juan Carlos Ramírez Abadía, alias “Chupeta”, el capo mexicano ganó más de US$640 millones por la venta de cocaína en Estados Unidos entre 1990 y 1996.
“Chupeta” fue uno de los primeros socios de Guzmán Loera, a quien conoció en un hotel de Ciudad de México.
En aquel entonces era un traficante menor, pero lo convenció de proveerle cocaína con un argumento: “Soy muy rápido” para mover droga, contó el testigo.
Su secreto: tenía una red de túneles en la frontera con Estados Unidos que le permitían cruzar sin problemas la mercancía.
El auge del Cartel de Sinaloa
El momento en que Guzmán Loera escapó de prisión por primera vez el 19 de enero de 2001 significó el repunte del Cartel de Sinaloa.
El capo emprendió una guerra contra organizaciones para apoderarse de los principales lugares de cruce fronterizos de droga.
Además, testigos como Jesús Zambada García, “El Rey”, revelaron que el Cartel de Sinaloa amplió la estrategia de narcotráfico.
Con apoyo de socios como el Cartel del Valle del Norte o las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), trasladó cientos de toneladas de cocaína en barcos, lanchas con motor fuera de borda y submarinos.
También creó decenas de empresas fantasma que no solo eran utilizadas para lavar dinero, sino también como parte de las operaciones para enviar droga a Estados Unidos.
El testigo Tirso Martínez Cifuentes dijo en el juicio que el cartel creó compañías que exportaban productos legales como aceite de cocina a través de trenes cisterna que cruzaban la frontera.
Durante varios meses las operaciones fueron legales para convencer a las autoridades estadounidenses que las empresas eran legítimas. Pero después, en los vagones cisterna se añadieron cargamentos de droga.
“El Chapo” también amplió su red de túneles en la frontera estadounidense e intensificó los ataques a sus rivales.
Al mismo tiempo, aplicó una de sus estrategias más efectivas según los testimonios: comprar la colaboración de policías, políticos y militares.
Eso le permitió crear un sólido escudo de protección oficial que se mezcló con el respaldo de vecinos en las comunidades donde residía. Hasta que el escenario cambió.
El declive de “El Chapo”
En marzo de 2009, fue capturado Vicente Zambada Niebla, “El Vicentillo”, una de las claves del gobierno estadounidense para la posterior detención de Guzmán Loera.
“El Vicentillo” es hijo de Ismael Zambada García, “El Mayo”, líder del Cartel de Sinaloa.
En el juicio se reveló que Zambada García ofreció información a la DEA que permitió atrapar por segunda vez a “El Chapo” en febrero de 2014.
Todo fue una parte de la estrategia. Tres años antes del segundo arresto, en 2011, el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) reclutó a Cristian Rodríguez.
Se trata de un especialista en informática que diseñó un sistema encriptado de comunicación para el capo.
Rodríguez entregó las claves que permitieron grabar más de 1.500 conversaciones de Guzmán Loera y en algunos momentos permitieron ubicar el lugar desde donde realizaba la llamada.
En 2015, “El Chapo” volvió a escapar de un presidio mexicano a través de un túnel de kilómetro y medio, contribuyendo a su fama de narco todopoderoso.
El declive definitivo en su espectacular carrera llegaría tras aquella última huída, cuando se reunió con los actores Kate del Castillo y Sean Penn.
Según funcionarios estadounidenses, el monitoreo permanente a las comunicaciones del capo permitieron identificar el lugar donde ocurrió el encuentro.
Esta reunión, coinciden especialistas, fue un descuido de “El Chapo”, quien en 2016 fue capturado por tercera vez en Los Mochis, Sinaloa.
El pasado mes de diciembre, la Fiscalía de Nueva York presentó como evidencia parte de una entrevista que Penn hizo al capo.
Dos meses después, Guzmán Loera fue declarado culpable por diez cargos de narcotráfico. La sentencia definitiva se conocerá el 25 de junio.
Desde el momento de su extradición el 19 de enero de 2017, muchos vieron el fin de su carrera.
Pero en realidad, su vida criminal terminó este 12 de febrero de 2019 en la corte de Brooklyn: con la despedida de su esposa y el pulgar en alto de Emma Coronel Aispuro.
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