En el Estado de México se viene un momento histórico. El domingo se define en las urnas si el viejo modelo corrupto del PRI aun es rentable en el país o es aniquilado en el mismo territorio donde nació y vivió sus momentos de oscura gloria.
En la tierra de Hank, Montiel, Del Mazo y Peña se juega la vida el sistema político que funciona con la corrupción como origen y objetivo. El poderoso sistema priista que hasta hoy ha sido capaz de comprarlo todo, perdura o muere en las urnas.
Las encuestas y estudios de opinión a los que he tenido acceso indican que la candidata de Morena Delfina Gómez podría a ganar las elecciones del próximo domingo con una diferencia de 3% o más.
En un estado de leyes y de instituciones democráticas esto no tendría nada de riesgoso, al contrario, sería un escenario favorable para la necesaria alternancia que le da madurez y desarrollo a cualquier sociedad.
Pero estamos en el Estado de México, donde no hay leyes ni instituciones que valgan cuando se trata de los intereses de la clase política priista que gobierna desde hace más de 90 años. Por eso existe un grave riesgo.
Riesgo de que el operativo de estado para la compra masiva de votos sea insuficiente para que los dueños del Edomex impongan a su heredero, Alfredo del Mazo III, y se lleguen a presentar escenarios de violencia prefabricados previo o durante la jornada electoral.
La angustia al interior de las estructuras priístas es más que evidente. No ven un escenario ganador a pesar del derroche criminal de recursos para cooptar el voto de los sectores más vulnerables de la entidad (sus clientes preferidos) y de las montañas de lodo con las que trataron inútilmente de enterrar a la maestra de Texcoco.
El PRI no va a entregar por las buenas las llaves de la cueva de Alí Babá que guarda, además del oro robado, los secretos más oscuros de la corrupción del Grupo Atlacomulco.
La peligrosa bestia está herida y tirará zarpazos antes de caer o sobrevivir. Nadie sabe qué pasará de aquí al domingo 4 de junio, pero hay un grave riesgo de retroceso para el país en general si se impone el operativo de estado montado por el PRI para ganar la elección o si el propio gobierno provoca episodios de violencia para aterrorizar o engañar a los electores.
Ante este escenario, el único antídoto posible es el voto masivo de los mexiquenses. Con los ciudadanos en las urnas no hay operativo ni manipulación que alcance para alterar la voluntad de las mayorías.
A menos de una semana de la votación, la población mayoritariamente antipriista del Edomex (las encuestas hablan de 8 de cada 10 mexiquenses) han elegido a la maestra Delfina Gómez para el combate final contra el ‘mirrey’ Del Mazo.
La candidata de Morena sobrevivió a una campaña de desprestigio nunca antes vista y llega al final de la contienda con grandes posibilidades de echar al PRI del Edomex y prácticamente sepultarlo para el 2018.
Los datos disponibles indican que a Juan Zepeda del PRD, por mucho el mejor candidato de la contienda, no le va a alcanzar el tiempo para meterse al agarrón final. Lástima por el Estado de México porque el hombre tiene la calidad humana y la preparación para gobernar bien este lugar tan necesitado de orden y algo de honestidad.
Josefina se hundió hace mucho y lastimosamente lo único que podrá salvarla de una vergonzosa derrota es su propia declinación, que se antoja como una posibilidad muy remota a estas alturas de la contienda.
El escenario está listo para este domingo, la batalla es entre el sistema político corrupto contra los ciudadanos cansados del primero. El 4 de julio se verá si el Edomex crece como sociedad o se hunde en el caos que ya es.
DE TODO UN POCO
Temo que la protección a los periodistas vuelva a ser sólo un discurso de control de daños. Aquí abajo prevalecen las amenazas desde el poder y la falta de garantías para ejercer un periodismo libre, crítico e independiente.
(ʘ‿ʘ)
Si deseas ver el contenido completo o mas dale click en el enlace de abajo.
Post y Contenido Original de : A fondo Edo Mex
Edomex, entre el cambio histórico y la peligrosa muerte del PRI
(ʘ‿ʘ)