Ecatepec le dijo no al PRI
Por Unidad de Datos / SinEmbargo
junio 8, 2017
El Gobernador Eruviel Ávila llegó a votar a su casilla 192 en Ecatepec, el pasado domingo por la tarde, vestido a pesar del calor, con su habitual chamarra roja que lo identifica con el PRI. A pesar de lo cerrada que estaba la votación y de los señalamientos de irregularidades en las campañas, se mostró seguro, sonriente y amigable. Cuando se iba, el Mandatario tuvo que escuchar: “¡Gobernador ya estamos hartos!”.
El municipio donde nació Ávila Villegas se carcome en su incidencia delincuencial y su hartazgo. Da señales de no poder más cada vez que emprende y organiza un linchamiento a quien considera delincuente. Parece protestar por su olvido cada vez que las inundaciones revelan que tras de sí hubo falta de planeación.
Ese hartazgo se notó en la elección del domingo. El PRI se cayó y perdió con contundencia. Cuando Ávila Villegas ganó en 2011 la votación fue de 60.44 por ciento; esta vez fue de 30.49. Así, Morena lo superó casi con 20 mil votos.
Por Linaloe R. Flores y Daniela Barragán.
Ciudad de México, 7 de junio (SinEmbargo).- Enfermo en sus altos índices de inseguridad, feminicidios, historias tan cruentas que se vio orillado a ejercer la justicia a través de la amenaza del linchamiento, el caos vial, la deficiencia del transporte público, Ecatepec –el municipio más poblado de la República Mexicana- se conformó como el microcosmos del hartazgo y en estas elecciones redireccionó el comportamiento de su voto.
El domingo 4 de junio, Ecatepec no votó por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), pese a que uno de sus vástagos es el priista Eruviel Ávila Villegas, Gobernador del Estado, y Presidente Municipal ahí en dos ocasiones. Y no lo hizo pese a que las irregularidades durante las campañas, la mayoría adjudicada al Partido Revolucionario Institucional, documentadas por la organización #NiUnFraudeMás, se cometieron más en su territorio.
El tricolor se cayó y perdió en Ecatepec frente al partido más joven, Movimiento de Regeneración Nacional (m¡Morena), fundado apenas hace año y medio por Andrés Manuel López Obrador. La caída fue estrepitosa. En las elecciones de 2011, la votación fue de 60.44 por ciento a favor de la candidatura propuesta por el PRI; esta vez fue de 30.49 por ciento. Morena, le ganó con 19 mil 635 votos, de acuerdo con cifras comparadas del cómputo distrital de 2011 y el PREP de este año.
“Esto refleja un hartazgo de la población. Más allá de 70 años de Gobierno en Ecatepec salió a votar el hartazgo. En este momento Morena lo capitalizó sólo porque ofreció un discurso diferente. Pero pudo haber sido cualquiera ante una caída tan evidente. En Ecatepec están hartos del PRI o de la forma tradicional de hacer política”, dice al respecto Leonardo Núñez González, investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) quien ha estudiado a los municipios del Estado de México.
Ecatepec de Morelos, en el norte del Estado de México, alberga en sus cerros colonias en las que se desbordaron todas las formas de las delincuencia organizada. En las listas de la Procuraduría de Justicia del Estado de México siempre es el número uno. Se distingue en robo de autos, homicidios dolosos, feminicidios, secuestros, violaciones, robo a transporte público de pasajeros y extorsiones.
De 2015 a la fecha, la muerte violenta se ha llevado a más de 3 mil 500 personas, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
A la par, Ecatepec se convirtió en el punto del país donde late otra amenaza: la de ser linchado. “Ratero, si te agarramos, ¡te vamos a linchar!”, puede leerse en algunas cartulinas o letreros en comercios o casas. Es un fenómeno que no está documentado por las autoridades, pero sí por académicos. De acuerdo con el estudio “Linchamientos en México: recuento de un periodo largo (1988-2014)” de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), el Estado de México ocupa el segundo lugar en casos a nivel nacional. De acuerdo con la organización México Suma, en los últimos años el 37.5 por ciento de linchamientos se cometieron ahí, en Ecatepec.
Así se enfrenta Ecatepec a la delincuencia cuando el 93.6 por ciento de sus habitantes se sienten inseguros, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU).
Pero en cuanto a los feminicidios no ha encontrado defensa. De los 263 que ocurrieron en el Estado de México el año pasado, 39 ocurrieron en su entraña. En lo que va de este 2017, tres mujeres fueron asesinadas cada mes, de acuerdo con datos del Observatorio Ciudadano en contra de la Violencia de Género, Desaparición y Feminicidios del Estado de México.
El Instituto Nacional de las Mujeres y la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Genero y el Empoderamiento de las Mujeres, situó a Ecatepec como el municipio más violento para las mujeres de los últimos años. De 2011 a 2014 se mantuvo en el primer lugar nacional, con una tasa de feminicidios de 2.6 por ciento por cada 100 mil mujeres.
En cuanto al crimen organizado, la fragmentación de los cárteles de la droga, adjudicada a la guerra en contra del narcotráfico parece reflejarse también ahí. Datos de la Procuraduría General de la República indican que Ecatepec tiene presencia de células de la Familia Michoacana, Guerreros Unidos, Caballeros Templarios, Los Zetas, Cártel del Golfo y los Beltrán Leyva.
El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública lo pone en el sitio 18 en incidencia delictiva en una proporción por cada 100 mil habitantes.
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En el verano de 2017, Ecatepec es eso; pero también un gran asidero electoral. Si el Estado de México es la entidad de la República con el padrón más grande –más de once millones 500 mil votantes- Ecatepec es el municipio mexiquense con el mayor número de electores: un millón 191 mil 685.
De acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en Ecatepec de Morelos viven 1 millón 677 mil 678 habitantes, es decir, más personas que en todo Zacatecas, Quintana Roo y Aguascalientes.
Si ese municipio fuera un estado, ocuparía el sitio 25 en número de población y tiene al 40 por ciento de su población en condiciones de pobreza.
De acuerdo con los datos de 2015 del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el 6.7 por ciento es vulnerable a ser pobre por ingreso y por otro lado, sólo el 19.6 por ciento no es pobre y no es vulnerable a serlo.
En cuanto a carencias, hay unas más marcadas que otras. Por ejemplo, el 17.8 por ciento no tiene acceso a la salud, el 40.3 por ciento no tiene acceso a la seguridad social y el 55.3 por ciento habita viviendas sin espacios de calidad.
¿GANÓ MORENA? NO, PERDIÓ EL PRI
Ecatepec no siempre ha votado por el PRI. En 2000, eligió al Partido Acción Nacional en la alcaldía y en 2006, al de la Revolución Democrática (PRD). “Y esa es una señal de que es un municipio que siempre desea cambio y lo hace a través de las elecciones. Morena tiene la ventaja de no haber gobernado nunca por lo que implica toda la esperanza posible”, expresa el investigador Leonardo Núñez González.
Exclama: “Porque Ecatepec no está condenado a la violencia ni a la corrupción. Siempre tendrá una esperanza”.
En Ecatepec, la mayoría de la población votó por Delfina Gómez Álvarez para Gobernadora. Morena obtuvo 43 mil 682 votos, 17 mil 045 más que el PRI, que obtuvo 26 mil 637. El PRD recibió 19 mil 025 y el PAN 10 mil 421. Si el domingo pasado también se hubieran renovado las presidencias municipales, Morena gobernaría Ecatepec, según la tendencia de voto que puede tomarse del conteo rápido y el PREP del IEEM.
Según el PREP, Ecatepec tuvo una participación del 50.69 por ciento en esta última elección; el 38 por ciento votó por Morena y el 23.68 por ciento por el PRI.
Luego, en 2006, la fuerza del PRD y López Obrador provocó que los ecatepenses votaran por ese partido y José Luis Gutiérrez Cureño, que igual, tres años después, le entregó el poder de nueva cuenta Ávila Villegas.
Desde entonces el PRI, junto con el Partido Verde y Nueva Alianza, han gobernado el municipio.
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VOTO DE CASTIGO
En entrevista con SinEmbargo, Doria Vélez Salas, directora de Investigación del Observatorio Nacional Ciudadano de Seguridad, Justicia y Legalidad, explica que Ecatepec, al ser uno de los municipios más poblados, se pueden ver ahí reflejadas las principales problemáticas de seguridad.
Dice que la lección que le queda al PRI o a quien llegue a gobernar Ecatepec el próximo año, es que hay una urgencia por atender los problemas estructurales y dejar de ver municipio solo como un gran paquete de votos.
Menciona el caso de los homicidios dolosos y secuestros, donde desde 2011 a 2016, se observa que se han registrado tasas superiores a la tasa estatal.
En los datos de feminicidios, de acuerdo con datos de la propia Procuraduría –que están incompletos por problemas de registro– apuntan que es uno de los municipios donde se registran mayor cantidad de casos. En el tema de desapariciones también es el segundo municipio donde más casos se registran en el Estado.
“Si uno analiza el comportamiento histórico de las conductas delictivas, realmente no hay mejoras y eso implica que tampoco ha habido una mejora en las condiciones de vida de la población de ese municipio. Bajo esa luz podemos leer los resultados de las elecciones y podemos ver una especie de voto de castigo por la falta de resultados que ha habido en materia de seguridad y es muy importante, porque justo el tema de seguridad esa es una de las mayores preocupaciones de la población. No hablamos del algo menor, sino de un factor que sí puede determinar la intención de voto de la población”, comenta.
Datos de la ENSU muestra que el 91 por ciento de los ecatepenses se sienten inseguros al caminar en sus calles y el 84 por ciento sienten que algo les puede pasar al ir al cajero automático.
Así se vive en Ecatepec: 3 de cada 10 habitantes no se sienten seguros ni en su casa.
Una de las causas que pudo haber propiciado los resultados del pasado domingo es que sólo el 7.2 por ciento de los habitantes consideran que su gobierno hace algo efectivo para resolver los problemas que los aquejan.
Para Velez Salas, el PRI tendría que tomar muy en cuenta los resultados, ya que son una especie de termómetro de lo que piensa la población y de su sensación y percepción de inseguridad, “si lo juntamos con las cifras duras de las carpetas de investigación no solo se habla de un voto que parte del miedo o de la percepción, sino que parte de que la población ha sido afectada directamente por esos hechos y también indirecta, porque la incidencia de ese tipo de conductas crea toda una serie de costos sociales en la población, que va desde la pérdida de años en esperanza de vida o en términos de salud psicológica. Entonces no es algo menor. Tomando en cuenta todo esto para el próximo año, en el que se celebrarán diversas elecciones, el de seguridad será un tema recurrente. Finalmente es una prueba de que la población sí está tomando en cuenta lo que sucede al respecto. A veces se cree que pasa desapercibido o que se pierde entre tantas noticias”.
Desde su perspectiva es importante cambiar el paradigma que se tiene en materia de seguridad porque usualmente se dice que la responsabilidad de lo que sucede es de las autoridades federales por los operativos conjuntos que se han implementado desde la administración de Felipe Calderón (2006-2012), “cuando realmente lo que sucede es falla de las autoridades estatales y eso suele quedar fuera de foco, sobre todo con la narrativa que se ha utilizado en la última década”.