CIUDAD DE MÉXICO

En el noroeste de España, en el pueblo de Porriño (cerca de Vigo), se fincan los sueños y las expectativas de crecimiento del balonmano mexicano. Las autoras de la aventura son Selene Sifuentes e Itzel Aguirre, que a finales de septiembre recayeron en el Club Balonmano Porriño, quinto lugar actual de la División de Honor en España.

Las jugadoras mexicanas, integrantes de la selección nacional que ha crecido en los últimos años en competencias internacionales, llegaron con la temporada ya comenzada a esta comunidad industrial y de a poco han sumado partidos y minutos en un club que acumula seis victorias en diez jornadas.

El equipo nos acogió bien, tanto las compañeras como el club, directivos, todos nos recibieron con los brazos abiertos y ayudándonos en todo lo posible”, dice Sifuentes a Excélsior, una lateral derecha que lleva tres goles con su actual club.

Pese a que no estuvimos la pretemporada, que es donde se marca el proceso de adaptación con el equipo y la forma de juego, me estoy adaptando cada vez mejor y ganando minutos.

La idea es aportar mi granito de arena al equipo, porque al final te fichan por ciertas características que tienes”, asegura.

Originarias de Nuevo León, Selene Sifuentes ha tenido participación en la Liga de España desde 2011 con los equipos Beti-Onak (2011 y 2012), Itxako (2013) y Elche Mustang (2014), mientras que la central Itzel Aguirre llegó apenas esta temporada y ha visto acción en cinco partidos en los que ha conseguido siete anotaciones.

Sifuentes y Aguirre tendrán ahora una pausa de cinco semanas debido a la realización del Campeonato Europeo y los descansos de fin de años, antes de encarar las últimas dos jornadas de la primera vuelta, y para la segunda mitad el reto será mayor.

Vamos contra los clubes que son sexto y séptimo, son rivales directos para defender nuestra posición, y en la segunda vuelta el objetivo es estar entre las mejores cuatro para clasificarnos a alguna competición europea”, afirma Sifuentes.

El Porriño es un club que nación en 1987 y su último ascenso a la División de Honor fue en la temporada 2010-2011. El representativo femenil, ya consolidado en la categoría, es el máximo referente del club y su mejor posición ha sido un quinto lugar general, el mismo que hoy ocupa de manera parcial.

El balonmano femenil es un deporte que en México ha crecido en los últimos dos ciclos olímpicos de la mano de la entrenadora Mónica Piña y la base de Nuevo León, con buenas participaciones en los Panamericanos de 2011 y 2015, el año pasado avanzaron a la ronda final de Repechaje donde el país fue eliminado.

El objetivo para 2017 será clasificar a los Juegos Centroamericanos de 2018 que es el inicio del proceso para Tokio 2020.

Nosotras estamos encantadas de que esto crezca, esperamos estar en buenas condiciones para darle buenos resultados a México en futuras competencias y ocupar cada vez mayores posiciones en el medallero”, confía Sifuentes.

cmb