Creo firmemente en el patriotismo. Durante las últimas semanas he escrito y comentado respecto a la necesidad de unir fuerzas y permanecer así entre los sectores público y social en favor de lo que se requiera por México.
Sin embargo, en esta ocasión he de advertir respecto a una posible fuga de mentes brillantes.
En muchas ocasiones, en la curva de aprendizaje, va implícito un costo que, más allá de lo económico, impacta en tiempo y esfuerzo, algo que nunca regresa.
Siempre he estado a favor de que las mentes brillantes de este país, que, cabe mencionar, son muchas, abonen para que el costo de la curva de aprendizaje sea el menor posible.
Sin embargo, tengo que ser muy sincero y reconocer que no hay peor ayuda que aquella que no se acepta o no se pide. En estas semanas he escrito también sobre la tendencia de los políticos y legisladores a trabajar sobre lo que aparece al día en los medios de comunicación, sin una estrategia o una agenda propia bien definida.
Las decisiones de los gobiernos en muchas ocasiones no son las más populares, pero se deben tomar con interés, conciencia y voluntad, a sabiendas de que pueden tener un costo político, pues, al final, lo que se espera es que traigan beneficios a las personas.
Es así como espero las acciones de los gobiernos, tanto local como federal, y es así como deben tomarse también las decisiones en el Poder Legislativo.
Veo con tristeza que podría darse una fuga de mentes brillantes de nuestro país ante la imposibilidad de poder abonar o ayudar a quienes no han tenido la experiencia de gobernar o legislar. Quiero pensar que el no permitir la ayuda de personas con experiencia y altas capacidades responde a falta de confianza por parte de aquellos que hoy están gobernado o que nos representan, y no a otro tipo de cuestiones, como el ego y la soberbia, pues sería muy peligroso que estas características marquen una tendencia en los poderes del Estado en cualquier país.
La fuga de estas mentes brillantes podría ocasionar problemas en el ámbito político o público, pero aún más peligroso sería que, ante esta realidad, sectores como el económico se vean mermados debido a la fuga también de inversiones o del retiro de las economías a otros países.
México tiene todo para crecer, cuenta con grandes recursos naturales y materiales y, principalmente, con su gente. Sería lamentable que, teniéndolo todo, exactamente todo se dejara perder. Sería el colmo de los colmos TENER TODO Y, AL MISMO TIEMPO, NADA.
*Secretario de Comunicación Social del CEN del PVEM
Source: Excelsior