En el primer semestre del 2018, el Secretariado Ejecutivo reporta 15,973 personas que fueron asesinadas en el país; el año pasado fueron 13,503.
De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, entre enero y junio de este año 15,973 personas fueron asesinadas; en siete de cada 10 ocasiones se utilizó un arma de fuego, es decir, en 11,263 casos.
El número de asesinatos registrados en el primer semestre del año, así como el número de eventos en los que se utilizaron armas marcan un récord al menos en los últimos tres años. En el primer semestre del 2015 se registraron 8,621 víctimas de asesinatos, de las cuales 4,992 fueron ultimadas por armas de fuego, es decir, en 57.9% de los casos.
Si se comparan las cifras de enero a junio del 2015 con las del mismo periodo de este año, hay un aumento en el número de víctimas por homicidios dolosos de 85.2%, mientras que la utilización de armas de fuego en los móviles de los asesinatos creció 125.6% en concordancia con los datos de las procuradurías y fiscalías de los 32 estados de la República vertidas en el SESNSP.
Diferentes estudios señalan una estricta relación entre la violencia que se vive en México y el tráfico de armamento ilegal proveniente de Estados Unidos ya que, de acuerdo con la regulación mexicana, la única instancia que puede vender armas es la Secretaría de la Defensa Nacional, para lo cual se debe pasar por un largo proceso en el que se deben entregar desde cartas de recomendación de un empleador hasta una carta de antecedentes no penales.
Los análisis
El Centro de Estudios Internacionales Gilberto Bosques del Senado de la República presentó en abril pasado un análisis sobre la situación bajo el nombre “El Control de Armas en Estados Unidos y sus Implicaciones para México”, en donde se precisa que en los últimos 27 años el Congreso del vecino del norte apenas ha tocado el tema de las armas.
Una de las últimas reformas propuestas en la materia, indica el análisis, y que se encuentra aún en discusión en el Congreso estadounidense, proviene de la senadora por el estado de California Dianne Feinstein, quien propone volver ilegal “importar, vender, fabricar, transferir o poseer un arma de asalto semiautomática o un dispositivo de gran capacidad”.
Esta regulación es relevante, ya que se considera que en México alrededor de la mitad de las armas que son incautadas por las autoridades son rifles semiautomáticos; armas predilectas de los narcotraficantes mexicanos.
“Cifras de la Universidad de San Diego en conjunto con el Igarapé Institute estipulan que, cada año, alrededor de 253,000 armas de fuego cruzan de contrabando a través de la frontera entre Estados Unidos y México (…) estas armas fueron utilizadas en alrededor de la mitad de los 57,000 homicidios cometidos en México del 2013 al 2016”, informa el análisis.
Por su parte, el Center for American Progress, una organización independiente de investigación en temas como migración, armas y salud, entre otros rubros, precisó en febrero pasado que entre el 2011 y el 2016 en México se recuperaron 106,000 armas mediante investigaciones criminales, 70% de las cuales fue comprado originalmente por un vendedor con licencia en suelo estadounidense.
Asimismo, la organización precisa que se estima que cada año cruzan ilegalmente hacia México unas 213,000 armas provenientes principalmente de estados como California, Texas y Arizona.