Vida y Política | Columna
2018.13.06 | 19.40
México, CDMX
Sí., Hay que reconocer que el principal problema del país es la corrupción, y que de el, por ser un problema cultural, tiene una afectación directa y primaria en todos los demás malestares que aquejan al país como lo son la inseguridad, la pobreza, y la violencia, entre otros de suma gravedad.
Anoche, mientras veía el debate y transcurría cada vez mas tiempo desde que inicio, me fue pareciendo que Andrés Manuel Lopez Obrador pocas veces dijo otra cosa que no fuera el tema de la corrupción, y que de ser concretada su desaparición en todos los niveles de gobierno, esta permitiría no solo que fluyera el sistema político actual que tiene México, – una democracia inestable y muchas veces a expensas de los grandes motores de la economía nacional, las empresas, contra las que también se ha pronunciado duramente durante sus largos años como candidato presidencial – sino que también, por ende, erradicarla se traduciría en una transformación social, una reforma cultural.
Si se combate y erradica la corrupción, se ataca de frente una practica cotidiana que se ha vuelto común en nuestro país al grado que es una acción que muchas veces ni siquiera percibimos como equivocada, sino que, “así le hacen los demás”.
De su desaparición se espera que salgan los fondos económicos que por décadas han inflado los costos de todas la obras publicas y privadas que se han construido en México, que han enriquecido vilmente a políticos mexicanos permitiendoles tener vidas de lujo que ni soñando alcanzarían a tener siendo servidores públicos honestos, pues la vida de la clase política no tendría porque estar relacionada con el lujo y la riqueza, como si lo hacen los Duarte, los Moreira, por mencionar solo algunos personajes corruptos contemporáneos de la actual clase política mexicana.
Aunque realmente fueron escasas las participaciones profundas de Andrés Manuel, no podemos dejar pasar cuando, de forma vibrante, se proclamo autor intelectual de uno de los proyectos asistencialistas que se erigieron primero en lo que entonces era el Distrito Federal y que después paso a convertirse en un programa de asistencia social a nivel nacional adoptado prácticamente por todos los Estados de la República; el de los adultos mayores. “Un programa que, sin afán de ser egoísta, salio de esta mente y este corazón.” mencionó.
Andrés Manuel Lopez Obrador también tuvo el valor de proclamar definitivamente que la Reforma Educativa deberá detenerse en caso de ser el próximo presidente y que al cumplir, según sus palabras, solamente intereses particulares y no el beneficio de la educación para el país, esta no debe continuar.
MEADE Y RICARDO ANAYA
De esta forma, Andrés Manuel Lopez Obrador es el solido ganador del tercer y ultimo debate presidencial, por su parte, Jose Antonio Meade, del PRI, parece haber agarrado demasiado tarde la confianza que necesitaba para afianzarse del segundo lugar.
A Ricardo Anaya le pasara factura los probables actos de corrupción y lavado de dinero de los que no ha podido separarse desde que salieron a la luz ,y, si nada extraordinario sucede, el próximo presidente de los Estados Unidos Mexicanos sera ya saben quien.