El coronavirus no deja de dar sorpresas, y ninguna buena. Un perro de raza Pomerania de Hong Kong se ha convertido en el primer caso de contagio de un humano a un animal. En cuarentena desde el viernes, cuando dio un «positivo débil» en las primeras pruebas, el animal ha sido sometido a más análisis que han demostrado que no sufría una contaminación ambiental por haber olisqueado algo con el virus, sino que realmente está infectado.
Según informa el periódico «South China Morning Post», los expertos de dos universidades hongkonesas y de la Organización Mundial para la Salud Animal coinciden «unánimemente en que estos resultados sugieren que el perro tiene un nivel bajo de infección y es probable que sea un caso de transmisión de humano a animal». No es la primera vez que ocurre algo así, ya que unos cuantos perros y gatos también dieron positivo del SARS, provocado por otro coronavirus de la misma familia que el actual, durante la epidemia que tuvo lugar entre 2002 y 2003, que contagió a unas 8.000 personas y se cobró 774 vidas.
En base a aquellos casos, no hay pruebas de que las mascotas puedan caer enfermas o, lo más importante, transmitir el virus a los humanos. Por ese motivo, los especialistas dejan claro que no hay que deshacerse de los animales domésticos y basta con mantener unas buenas condiciones higiénicas. Pero el hallazgo en Hong Kong abre un nuevo interrogante en esta epidemia que sigue propagándose rápidamente por todo el mundo.
Poco a poco, se va conociendo un poco más sobre este nuevo coronavirus, oficialmente denominado SARS-Cov-2, que causa la enfermedad bautizada como Covid-19. Según un estudio de científicos chinos publicado por National Science Review, tras analizar 103 genomas del coronavirus han descubierto dos cepas.
Una, denominada S, es la primera versión pero solo la han encontrado en el 30 por ciento de los casos. La otra, llamada L, fue más prevalente al principio de la epidemia desatada en la ciudad de Wuhan en enero. Pero la intervención humana, con una cuarentena en toda la provincia de Hubei y la llegada de 40.000 médicos de toda China para contener el brote, la hizo decrecer. Los autores de esta investigación sospechan que la cepa L es más agresiva y se expande más rápido, mientras que la S sería más débil.
Además, la Comisión Nacional de Salud de China ha confirmado que el coronavirus se puede transmitir también a través de las heces y la orina, cuando se descomponen y liberan partículas que flotan en el aire. Junto a las gotitas de toses y estornudos, los expertos creen que el coronavirus se contagia por aerosoles en lugares cerrados y durante una larga exposición.