La madre de Jeni Kinney la llamó y su voz estaba temblando.
Acababa de comprar un globo de cristal decorativo en la tienda de segunda mano Goodwill, cerca de su casa de Missouri, y cuando, de regreso, abrió la parte de atrás, ella vio algo alarmante en el interior: cenizas humanas.
“Ella dijo ‘Jeni, ¿qué debo hacer? Compré algo y tiene las cenizas de alguien‘”, recordó Kinney en una entrevista con The Washington Post.
El globo, que le había costado USD 2 y tenía oración impresa dentro de la cúpula de cristal, reproducía la canción Amazing Grace cuando giraba. También mostraba una foto de una mujer sonriente.
La madre de Kinney, Anita Minks, lo había recogido en la tienda de segunda mano el 31 de julio pensando que pondría una foto de su hijo en su lugar. Su hijo falleció hace 15 años, a la edad de 33 años, y ella esperaba aumentar su santuario en la sala de estar.
Pero cuando vio las cenizas, supo que algo había salido terriblemente mal. Las cenizas le resultaban familiares porque tenía las de su hijo en una urna en su casa.
Minks, de 65 años, le preguntó a su hija por teléfono: “¿Debería enterrar las cenizas que encontré en el globo o llevarlas a un río?“
Pero Kinney pensó que, por lo menos, debían tratar de encontrar al dueño legítimo.
“Yo estaba como ‘déjame publicar algo en Facebook y vamos a ver qué pasa‘”, explicó ella, de 25 años.
Así que colocó dos fotos con el siguiente mensaje: “Mi madre compró esto esta mañana, iba a ponerle una foto de mi hermano. Tiene una dulce oración. Cuando llegó a casa, vio que tenía cenizas. La bella imagen de esta mujer también estaba allí. Por favor, ayúdame a encontrar a su familia”.
Al día siguiente, su publicación se había compartido más de 1.000 veces y había docenas de comentarios, incluido uno de alguien que dijo conocer a la mujer sonriente de la foto.
El usuario dijo: “¡¡¡Esa es Tammy!!!! Ella es una de las amigas de mi madre, de verdad. ¡Oh, Dios mío! Gracias por no tirarlas. ¡Esta madre era todo para su hija! ¡Todo!“.
Entonces Kinney contactó con la hija, Jasmin Ellis, de 22 años, en Facebook. Ellis afirmó que quedó atónita cuando vio la foto de su madre, que murió de cáncer en 2013, a solo dos días de cumplir 40 años. La foto fue tomada años antes de que su madre enfermara y antes de que su padre muriera cuando un árbol que estaba talando cayó sobre él.
Ella se tomó un momento para procesarlo.
“Rápidamente, pasé por muchas emociones. ¿Quién donaría las cosas de alguien? Cuando lo miras puedes decir que es un elemento personal. Se puede decir que significó algo”, comentó Ellis. “Me enojé y luego me sentí triste y feliz de haberlo encontrado. Tuve suerte de que sucediera de esa manera”.
Resultó que su madre, Tammy Ellis, compró el globo en una tienda de regalos del hospital hacia el final de su vida. A ella le gustó la oración que había dentro y que decía: “Echamos de menos tu presencia, atesoramos tu memoria, te amamos siempre, nunca nos olvidamos de ti”.
Tammy Ellis se lo dio a su mejor amiga. Le dijo que quería que lo tuviera y que colocara algunas de las cenizas de ella cuando muriera, según la versión de Jasmin Ellis. Varios miembros de la familia también recibieron algunas de las cenizas, incluida Jasmin Ellis.
“Mi madre era una persona amable y adorable. Ella quería que todos tuvieran una parte de ella“, relataba Ellis.
Después de que Tammy muriera, la amiga siguió las instrucciones y colocó sus cenizas y la foto en el globo. Recientemente se estaba preparando para mudarse y puso sus cosas, incluido el globo, en un almacén temporal. Alguien entró a robar ahí y el globo, de alguna manera, acabó en Goodwill.
Ellis descubrió que le faltaba el globo después de ver el mensaje de Facebook de Kinney.
La joven respondió al mensaje sintiéndose incrédula de que las cenizas y el globo de su madre se estuvieran vendiendo en una tienda de segunda mano.
“Me hicieron saber que lo encontraron en Goodwill y que, literalmente, lo habían comprado por USD 2”, dijo.
Pero ella quería asegurarse de que lo iba a recuperar.
“Esperaba que Dios lo devolviera”, agregó Ellis. “Dije, ‘¿hay alguna forma posible de que pueda venir a buscarlo?’ Pensé: ‘¡Dios mío, tengo que ir a buscarla!’“.
Entonces, esa noche, condujo alrededor de una hora hasta la casa de Kinney. Para entonces había aprendido que las personas que tenían las cenizas de su madre simplemente intentaban ayudar. Hubo abrazos y muchas lágrimas.
“Quería llorar, quería reír, pero realmente solo lloré”, explicaba Ellis.
Estaba muy agradecida de que Kinney no solo encontrara las cenizas de su madre, sino también a ella.
“Sé que se tomaron el tiempo para hacer lo correcto”, comentó Ellis. “Tomaron en cuenta los sentimientos de otra persona y eso es increíble”, añadió al respecto. “Realmente no ves eso hoy en día. Estoy muy agradecida por esa gente“.
Ellis dijo que tiene el globo en un estante de su dormitorio, donde permanecerá a partir de ahora.
“La puse junto a mi papá, donde debería estar“, finalizó.
Source: Infobae