En un contexto donde la falta de espontaneidad y el uso excesivo de filtros y apps de retoques digitales marcan el patrón estético detrás de millones de contenidos en redes sociales, tanto de simples ignotos como de quienes son reconocidos como personalidades de Internet, una nueva generación de influencers generados por computadora podría marcar el rumbo a seguir en el mundo de las redes sociales.
Tal como si se tratara de un episodio de la serie de culto Black Mirror, el futuro digital cercano podría estar inundado de personajes ficticios de aspecto humanoide que se ven reales, comparten cada detalle de sus vidas con el resto del mundo, posan sugerentemente, venden productos de forma no tan subliminal, reflexionan sobre los desafíos de la vida con citas inspiradoras y vuelven a posar una vez mas, todo, sin ser de carne y hueso.
Entre los ejemplos más destacados de esta nueva tendencia se encuentra la enigmática Miquela, auto definida en su biografía de Instagram como una robot de 19 años que vive en Los Ángeles y quien, con más de un millón y medio de seguidores en la plataforma propiedad del gigante Facebook, se ha convertido en una verdadera activista por distintas causas sociales, con un nivel de influencia y llegada a los más jóvenes que más de una influencer real envidiaría.
Detrás de sus estrafalarios atuendos, muchos compuestos por prendas provistas por las firmas de moda más codiciadas del mundo, se esconde una joven soñadora que quiere cambiar el mundo como cualquier otra.
La expresión de sus ojos, el realismo de las pecas en su cara, su actitud desafiante pero inocente a la vez, hace que resulte difícil creer que en realidad se trata de una creación digital sin corazón ni sentimientos.
Entre fotografías en las que posa con coloridas pelucas y videos musicales con sus propios temas, Miquela transmite un mensaje de empoderamiento femenino sin olvidarse de marcar tendencia a nivel fashion.
Pero ella no es la única de su especie. El mismo creador de Miquela está detrás de Blawko, un joven rebelde de aspecto amenazante e igualmente realista que marca tendencia por su estilo misterioso y urbano.
En su cuenta de Instagram, donde ya lleva cosechados más de 133 mil seguidores, el adolescente muestra su afición por los videojuegos, los deportes y las salidas con sus amigos.
Incluso se atreve a expresar sus opiniones políticas y comparte memes con imágenes que sirven como símbolos de la cultura popular reinante. Blawko también cuenta con su propio canal de YouTube, donde aconseja como conquistar a una chica y dice lo que piensa sobre los últimos lanzamientos musicales de los artistas del momento.
Pero el trío no estaría completo sin la bella Bermuda, probablemente la más políticamente correcta de los influencers digitales quien, con más de 112 mil seguidores, se define como una empresaria, robot y amiga.
Sus posts siguen la fórmula influencer a la perfección y combinan en iguales medidas moda, sensualidad y entretenimiento visual.
A diferencia de Miquela, la blonda debilidad se muestra muestra más preocupada por vender prendas de la última colección de firmas como Balmain o compartir su rutina de ejercicios, que por alentar a los jóvenes de los EEUU a votar en las inminentes elecciones de medio término.
[youtube https://www.youtube.com/watch?v=hYRD0OYSL3w?feature=oembed]
En definitiva, tanto estas creaciones digitales como las decenas de otros robots que seguramente alcanzarán la fama mundial en los próximos años, se volverán verdaderos referentes para millones de jóvenes de todo el planeta a quienes les resultará cada vez más complicado poder distinguir lo real de lo ficticio.
MÁS SOBRE ESTE TEMA:
Quién es la nueva influencer de 9 años que cerró un contrato millonario
Source: Infobae