Ciudad Victoria, México, 25 Abr 2018 (AFP) –
Cinco estudiantes de bachillerato resultaron heridos la tarde del martes luego de que un grupo armado atacó a tiros la escuela donde estudian en el estado mexicano de Tamaulipas (noreste), informó la fiscalía local, una agresión inusual incluso para esta violenta entidad.
Testigos del atentado dijeron que los atacantes llegaron a la entrada de la Escuela Preparatoria Federalizada de Ciudad Victoria, la capital del estado, y comenzaron a disparar para luego ingresar y efectuar más disparos.
Los cinco estudiantes heridos, tres hombres y dos mujeres de entre 15 y 18 años, fueron atendidos por miembros de la Cruz Roja y trasladados a un hospital ubicado justo enfrente de la escuela. Uno de los lesionados se encontraría grave.
Aunque de momento no existe información sobre los móviles del atentado, versiones policiales indican que grupos del crimen organizado que operan en el estado reclutan a jóvenes estudiantes como vigilantes o como vendedores de drogas al menudeo.
En otros estados mexicanos afectados por el crimen como Baja California Sur, niños de escuela primaria participan en simulacros de balaceras, donde aprenden a proteger sus órganos vitales y a fingir que están muertos, ante la eventualidad de ser víctimas de la creciente violencia.
Tamaulipas es una de las regiones más afectadas por la criminalidad ligada al narcotráfico, en donde los bloqueos de vías, así como los enfrentamientos armados en avenidas y centros comerciales a plena luz del día, son comunes.
Sin embargo, no existe registro reciente de un ataque a una escuela.
Junto a la preparatoria se ubica un local de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, un kínder y dos escuelas secundarias.
La fiscalía estatal informó también que detuvo a tres hombres y dos mujeres, presuntos responsables y cómplices del ataque, en un operativo en un barrio de la misma ciudad.
México es sacudido por una creciente ola de violencia que se inició a finales de 2006, cuando el gobierno lanzó una polémica ofensiva militar para combatir el narcotráfico y el crimen organizado.
Desde entonces, más de 200.000 personas han muerto, según cifras oficiales que no precisan cuántas de esas víctimas están vinculadas al combate a la criminalidad.