Más allá la inexplicable “ruta hacia el colapso” que parece haber tomado ya la elección del futuro dirigente del panismo a nivel nacional, la puja por la sucesión del cuestionado Mauricio Tabe Echartea en la dirigencia de la Ciudad de México avanza hacia un destino similar, aunque en este caso, y a diferencia de que en el primer caso la pelea se dará entre anayistas fieles y anayistas (ahora) arrepentidos, aquí la competencia enfrentará a dos romeros… esto es, a personajes subordinados al cacique azul.
Hablamos, para decirlo pronto, de Andrés Atayde Rubiolo, exdirigente juvenil a nivel capitalino y aún hoy asambleísta, y Ernesto Sánchez Rodríguez, miembro de la Asamblea Legislativa, también, y exdirigente del Partido Acción Nacional en Cuajimalpa que, en mayor o menor medida, deben su carrera política al apoyo de que siempre han gozado de parte del impresentable Jorge Romero Herrera que, a contrapelo de lo que pudieran desear no pocos, es, en los hechos, el incuestionable amo del panismo capitalino.
Lo significativo del asunto es que, en la edición por venir, y aun cuando uno y otro se definen como leales a aquél, el segundo de los citados, Sánchez Rodríguez, parecería dispuesto a confrontar el poder del cacique, “en lo que a la previsible imposición de Atayde Rubiolo solamente… que conste”, en la búsqueda de encabezar lo (muy poquitito) que queda de la otrora significativa y pujante militancia blanquiazul en la capital del país, buscando reunir en torno a su anunciada candidatura a las fracciones minoritarias que, desplazadas de la dirección partidista y de toda opción de competir por cargos de elección, subsisten, lo que no parece imposible… aunque sí complejo en extremo.
Huelga decir que la disputa ahora (sólo) de carácter mediático que enfrenta a los mencionados no vivirá momentos álgidos sino hasta que, presumiblemente a mediados de septiembre, se conforme la Comisión Electoral responsable de llevar a término el proceso sucesorio en el regional y, sin duda, que se formalicen candidaturas y, más importante aún, apoyos a una u otra por parte del cacique, pero, más, de quienes en una eventual unión podrían aspirar a alzarse con el triunfo.
No deberá pasar mucho tiempo para, de nueva cuenta, estar en condiciones de atestiguar si existe un futuro para el panismo no romerista-mancerista o si, como estiman los que dicen conocer la realidad partidistas en la capital, deberán seguirse conformando con observar cómo es que su dirigencia de turno continúa empeñada en no reconocer que, se diría, están en el fondo de la tumba…¡y (siguen) cavando!
Veremos pues, y comentaremos.
ASTERISCOS
* Confiado en que, otra vez, el impresentable exjefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera —a quien con el panista Romero, el priista Adrián Rubalcava y los perredistas Mauricio Toledo y Julio César Moreno, juró lealtad sin cortapisas— sacará la cara por él, el cuestionado Leonel Luna se apresta a competir por la dirigencia del diezmado PRD capitalino. Ahora sí que, diría el clásico: …¡un padrino así, no lo tiene…ni (Barack) Obama!
* ¡Ni 24 horas duró sin (nuevo) dueño, perdón, aliado, el Partido Verde Ecologista de México, PVEM! Apenas dejó atrás su añejo pacto con el tricolor se apresuró —vía ahora Jorge Emilio González, el impresentable Niño Verde— a aclarar que, en adelante, apoyarán —¡adivinó usted!— las propuestas e iniciativas de Morena… y, claro, al Presidente electo.
* No serán artesanos de Quintana Roo, como dijimos aquí, sino de Tamaulipas del panista Francisco García
Cabeza de Vaca quienes este año montarán la tradicional ofrenda de Navidad en la Plaza de San Pedro de El Vaticano. Si el gobernador de la primera entidad, el expriista Carlos Joaquín González está en Roma, es sólo para promover turismo e inversiones.
Veámonos el domingo, con otro asunto De naturaleza política.
Source: Excelsior