Tanto Platón como Aristóteles escribieron que la filosofía nace de la capacidad de asombro (thaumazein) del ser humano. Para el ser humano es confrontar la muerte lo que más íntimamente lo acerca al misterio y a la transformación.
-Alejandro M. G.
El Mes de Septiembre (2017) ha sido evidentemente complicado para México, mi país, el cual se ha visto inmerso en tragedias naturales sin precedentes: sismos, huracanes, lluvias torrenciales, entre otros…
Cuando estos sucesos se acontecen, la misma naturaleza nos recuerda de manera infortunada y cruel, que a pesar de toda la tecnología, el conocimiento, y, de los superiores que muchas veces nos sentimos… Frente a ella, nos vemos reducidos simple y prácticamente a nada.
Un hecho real es el que los medios de comunicación no nos están enseñando lo que en verdad está sucediendo en nuestra Ciudad y más específicamente, en nuestro País. Es terrible, es una crísis total, la Ciudad se está cayendo, si no es un edificio colapsado, es una grieta enorme, una banqueta levantada, pisos caídos y empatados, edificios con 10° de Inclinación a punto de caer en pedazos, cientos de fugas de gas, y no se diga de las muertes que de acuerdo a la información actualizada ya se suman 333 en la Ciudad de México, Morelos, Oaxaca, Chiapas, Edo. De Mex, Guerrero y Puebla.
Miércoles 20 de Septiembre, después del azote más grande de mi vida, decido entre nervio, duda, pánico, tristeza y demás emociones encontradas, ir a la Ciudad a favor de mi voluntad a apoyar. Agarro la mochila, guardo playeras, guantes, medicinas y víveres. Voy con mi novia, mi primo, un amigo y otro compañero a encontrarnos junto con otros que íbamos a ir, yo ya iba totalmente dispuesto a remover escombros y apoyar en lo que pudiese.
Entre chiste y chiste hacíamos más ameno nuestro arrivo, claramente sin dejar de lado la crísis de la situación que se estaba viviendo.
Llegué a la Ciudad y no voy a olvidar lo impresionante de la Solidaridad de todo el País, no es hasta que nos pasa algo de esta magnitud, hasta que realmente nos unimos.
En este tipo de sucesos, te puedo decir; Las clases sociales no existen, nadie discrimina todos somos humanos salvando otros humanos, apoyándonos, ayudándonos, dándonos de corazón lo que podamos en la medida en la que podamos.
Las ambulancias andaban entre calles, llegamos a La condesa, Avenida Amsterdam esquina con Laredo, la coordinación y la unidad del ejército con los civíles me dejó impresionado, volvimos al Parque México, ya con casco, botas, guantes y Cubrebocas.
Edificios acordonados en peligro de colapsar, vidrios rotos, sin luz, una señora Alemana en un octavo piso atrapada, llena de miedo (me imagino en el momento) trajeron a la Interprete y le comenzaron a hablar por el megáfono y a alumbrar con las lámparas, Stephany, era el nombre de la señora. No dió señales…
Nos formamos para entrar al edificio, ya en Amsterdam, llegó el momento… A remover escombros, del edificio hasta los camiones de carga, nos fuimos recorriendo y llegamos hasta el edificio completamente colapsado, aún había gente dentro, se rescataron 20 persona 11 de ellas vivas afortunadamente, un perro pug y una tortuga también salieron vivos, nos dieron las cinco de la mañana, dormimos una o dos horas en la calle, junto a los militares en la banqueta, dieron las seis y el deber de ayudar nuévamente nos levantó, en todo momento pensando y por lo impresionante de lo que estaba viendo y viviendo, doy gracias a Dios, porque no fue un familiar, un ser querido, o inclusive, yo.
A las 5:20 en punto, antes de ello, sacaron el penúltimo cuerpo, desgraciadamente, ya sin vida
Casa Verde, el nombre de la casa en donde estaban dejando todas las pertenencias, fuimos y había montones de libros, juguetes y peluches de niños, una tésis, un reconocimiento, rollos de fotografías sin reevelar, una de las víctimas un fotografo profesional, patines, edredones, camas, entre otras cosas, no pude evitar sentir un nudo en la garganta y mis ojos rojos se llenaron de lágrimas, sé fuerte me dije a mí mismo, sigue ayudando.
8:00 AM fuimos a una cafetería que estaba abierta y de verdad que la actitud tan servicial del dueño del local me conmovió, nos dejó dormir ahí, nos preguntaba si necesitábamos algo, agradecíamos.
Manos y manos de gente removiendo escombros, palas, picos, mazos, cargando pedazos de 80 kg mínimos de piedra.
En Álvaro Obregón, dejamos nuestros víveres y medicinas, aún estaban en la busqueda exhaustiva de personas
Fuimos en una camioneta junto con otros voluntarios a La Roma, en Enrique Rébsamen. El olor a gas hacía que me explotara la cabeza. Llegamos y nos formamos hasta ver si podíamos entrar, por desgracia y ordenes de militares, ya era mucha gente, decidimos ir a Xochimilco…
Que sin lugar a dudas es, uno de los lugares más críticos de la Ciudad, edificios caídos también, pasamos por el colegio Enrique Rébsamen, había muchísima gente, casi tres edificios acordonados entre Tlalpan y Coapa, Ya era Jueves.
Viernes 22 de Septiembre, nos quedamos en Santiago Xochimilco, estuve en contacto ahora con los compañeros del G.SUR. (Tláhuac) se estuvieron reuniendo víveres y ropa para ir a San Gregorio allá mismo en Xochimilco, saldríamos el Sábado…
Sábado 24 de Septiembre, partimos hacía San Gregorio, sólo un baño en la casa de la familia de mi novia, la misma ropa, un gran cansancio, pero aún con la sinergia del apoyo, de la ayuda, de la Solidaridad y del mismo devenir, un sin fin de caminos, más allá de lo recóndito que está, llegamos con ellos, cargamos ropa hacía una bodega, San Gregorio Colapsado, la Zona Chinampera también, la gente tan vasta y humilde, todos agradecidos en todos lados, ahí en San Gregorio hacían falta víveres, sobraba ropa, terminamos, terminó el día, llegamos a Tlahuac, dormimos con los compañeros al otro día partí a casa por fin y muy tranquilo, el metro sigue gratuíto, llego a casa, platico con mi mamá, le cuento mi experiencia, llega la noche, es hora de cenar, es el momento en el que rompo en llanto, ya me había estado aguantando mucho, fueron tantas las emociones y los sentimientos encontrados, que en cualquier momento tenían que salir, no importa el lugar la hora el momento, cuando es, simplemente hay que dejarlo salir.
A siete días de esta tragedia, la Solidaridad y el apoyo se intensifíca. Sin duda, será un trabajo de meses, no nos soltemos, no dejes de apoyar, se siguen cayendo edificios y seguirán habiendo réplicas, apoya, hazlo en la medida en la que te sea posible, Más de tres décadas después, la ciudad colapsada por la naturaleza será otra, después de la tormenta, viene la calma.
Orgulloso de mi México Unido y Solidario. Juntos lo podemos todo
Sin más, y dejando en claro que antes que morbo es una invitación a la reflexión y solidaridad, les comparto algunas imágenes del impacto del sismo de 7.1 grados que azotó a gran parte del centro de país el 19 de septiembre de dos mil diecisiete, tan solo 32 años después del que ha sido el evento natural más trágico de la historia reciente de México.
Y DE AHORA EN ADELANTE QUE…
De ahora en adelante que la solidaridad, el respeto, la unión, el servicio y el amor sea nuestra bandera. Que el México al que unió el terremoto no lo separe nadie.