Debido a la emergencia sanitaria por el COVID-19, la afluencia y las ventas en la Central de Abasto de la Ciudad de México se han desplomado.
El Financiero entrevistó a bodegueros, quienes confesaron que en las últimas semanas la afluencia ha disminuido entre un 60 y 70 por ciento y advirtieron que si la emergencia sanitaria se prolonga, la distribución de alimentos podría verse comprometida.
La @CdeAbastoCDMX no detendrá sus actividades durante esta #EmergenciaSanitaria.
¡Recuerda respetar las disposiciones sanitarias, si es indispensable que acudas, usa cubrebocas 😷 y #SanaDistancia!#JuntosSaldremosAdelante#QuédateEnCasa 🏠 pic.twitter.com/vViVCvdozS
— Dirección General de Regularización Territorial (@dgrt_cdmx) May 5, 2020
“Desde el domingo, cuando se dio el anuncio de que la Central de Abasto es zona de alto riesgo de contagio de COVID-19, se vio muy notoria la baja de gente, cierre de bodegas y escasez de productos”, dijo Juan Carlos Pérez, administrador de una bodega de sandías.
“El lunes amanecimos con unos carteles monumentales amarillos con la frase ‘está usted entrando en una zona de alto contagio’ y eso fue lo que ahuyentó a la gente”, agregó este comerciante cuyo negocio está en el pasillo M-N, que ha lucido casi vacío.
La Central de Abasto de la Ciudad de México tiene una superficie de 327 hectáreas, una afluencia diaria de 590 mil personas, y un flujo comercial de 9 mil millones de dólares al año. Nunca duerme.
Ayer, pasillos como el O-P, Q-R y W-X estaban desiertos. Ahí es donde, según los comerciantes, se ubicaron los brotes de coronavirus y se habla de muerte de bodegueros.
En la Central de Abasto había, hasta ayer, 25 casos confirmados y dos decesos por COVID-19, cifras que están en actualización; entre los comerciantes circulan versiones de hasta 40 fallecidos.
