Sea que hubiera tenido unos senos enormes o no, el busto de Mon Laferte al descubierto completamente frente a las cámaras hace unos días como “acto de justicia” para las mujeres violadas y asesinadas en Chile no hubiera logrado ni por poco enfocar el mensaje que su pecho mostraba.
Nadie habla de Chile ni de las mujeres después de eso. El poco intelecto humano se usa para burlarse de un cuerpo humano real y compararlo con lo que uno posee, -principalmente si le favorece esta comparación en el mejor de los casos-.
El busto de Mon Laferte ha sido examinado por todos y su mensaje, aunque viral, no logra atender ni por poco el llamado urgente que se necesita para cambiar la forma en como convivimos en el mundo las personas. Hombres y mujeres. No es cosa de genero, apunto.
Sus senos, como los de una mujer verdadera, son imperfectos como los testículos de un hombre, uno mas grande que otro, por ejemplo.
No es en este mundo “supuestamete moderno” como los humanos logran entender las cosas.
De hecho es un misterio aun.
Erre&ErreRedacción