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Biden estaría dispuesto a eliminar el sistema de asilo en Estados Unidos si los republicanos le brindan apoyo en la ayuda a Ucrania, a pesar de que esto contradice sus promesas de campaña.
Joe Biden, el presidente de Estados Unidos, estaría dispuesto a incumplir sus promesas de campaña con el fin de obtener el respaldo de los republicanos en lo que respecta a la asistencia a Ucrania.
Joe Biden, presidente de Estados Unidos, está dispuesto a abandonar el sistema de asilo y no cumplir con sus promesas de campaña con el fin de obtener el apoyo de los republicanos para financiar la guerra de Ucrania con más de 60 mil millones de dólares.
Durante las conversaciones con senadores de la oposición, legisladores demócratas y funcionarios gubernamentales han planteado la idea de retomar las expulsiones rápidas en la frontera y aumentar la capacidad del Gobierno para deportar a los migrantes, entre otras acciones restrictivas, según fuentes cercanas a las negociaciones informaron a EFE.
Aunque la Casa Blanca no ha confirmado las filtraciones, han indicado que Biden está dispuesto a hacer compromisos si los negociadores logran obtener suficiente apoyo. Esto fue informado por un portavoz del Gobierno en declaraciones escritas a EFE.
Después de que el dinero aprobado por el Congreso para Kiev se agotara y con el objetivo de persuadir al bloque conservador escéptico de apoyar más gasto militar, la Casa Blanca optó por incluir fondos adicionales para "seguridad fronteriza".
Los republicanos tomaron el control de la negociación y propusieron imponer más limitaciones a la migración y al asilo como condición para votar.
En lugar de negar lo que pedían, la Casa Blanca aumentó su participación en las conversaciones al enviar a representantes del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), incluyendo al secretario Alejandro Mayorkas, al Congreso.
Un gran número de representantes demócratas, incluyendo a Dick Durbin, el segundo en mando del Senado, y los miembros del grupo hispano de la Cámara de Representantes, han expresado su fuerte rechazo hacia la propuesta de trueque que está siendo considerada por la Administración.
Además, le han solicitado a Biden que cumpla con sus promesas electorales de revertir las políticas migratorias implementadas por el expresidente Donald Trump durante su mandato (2017-2021).
Expertos en migración y organizaciones que defienden los derechos humanos han expresado su preocupación sobre las propuestas que se están considerando, especialmente la de reanudar las deportaciones inmediatas, ya que esto podría llevar al desmantelamiento del sistema de asilo en Estados Unidos, que en la actualidad está siendo utilizado por la mayoría de personas que cruzan la frontera.
Según la ley vigente, que fue establecida después de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos se comprometió a brindar protección a aquellos individuos que no pueden regresar a sus países debido al temor de ser perseguidos por motivos de "raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social u opinión política".
Para ser elegible para esta protección, es necesario que la persona esté presente en el territorio de Estados Unidos. La deportación "en caliente" implica que las autoridades pueden expulsar a alguien sin permitirle solicitar asilo.
Desde el mes de mayo de este año, se ha aplicado en la frontera sur de Estados Unidos una medida conocida como Título 42. Esta restricción, que fue impuesta por el Gobierno de Trump con el argumento de la pandemia, guarda similitudes con las negociaciones actuales.
Según Yael Schacher, directora para América de Refugees International, si se vuelve a implementar una práctica similar en los Estados Unidos, esto resultará en una completa separación de la ley estadounidense con respecto al derecho internacional.
Durante el tiempo en que estuvo vigente, el Título 42 aumentó el número de detenciones en la frontera debido a las personas que volvían a cruzar después de ser expulsadas.
Según información del American Immigration Council, durante el período comprendido entre 2020 y 2021, se realizaron más de 1,8 millones de deportaciones de migrantes bajo la política conocida como Título 42. Sin embargo, se destaca que más de la mitad de estas personas ya habían sido detenidas y expulsadas previamente a México.
Según Robyn Barnard, directora del programa de refugiados de Human Rights First, aplicar nuevamente una restricción no ayudaría a solucionar los problemas en la frontera.
Debido a las crisis políticas en países como Venezuela, Nicaragua y Ecuador, así como los efectos económicos de la pandemia, el continente está experimentando un aumento sin precedentes en el movimiento de personas.
Adam Isacson, miembro de la Oficina de Washington para Latinoamérica (WOLA), advirtió que las iniciativas que restringen el acceso al asilo resultarán en el retorno de las personas a situaciones de peligro extremo, como la muerte, la tortura o el encarcelamiento.
El experto opina que la Administración de Biden se encuentra dividida entre dos grupos: aquellos funcionarios que reconocen la importancia del asilo en el sistema de derechos humanos y otros que tienen miedo de que la llegada diaria de miles de migrantes a la frontera pueda afectar sus votos en las elecciones de 2024.
Según los datos proporcionados por la agencia
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