La defensa de Juan Mario N., Director Responsable de Obra (DRO) del Colegio Enrique Rébsamen, aseguró que el aval que dio al inmueble el imputado ya no tenía validez durante el sismo del pasado 19 de setiembre.

Ello con base en el artículo 71 del Reglamento de Construcciones de la ciudad, que especifica que una Constancia de Seguridad Estructural pierde vigencia cada cinco años o cuando hay un sismo mayor a magnitud 6 si la autoridad competente así lo determina. El 7 de septiembre se había registrado un movimiento telúrico de magnitud 8.1. 

Al comienzo de la audiencia, padres de niños que fallecieron en el colegio llegaron al mediodía hasta la sala 7 de oralidad del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, donde, hasta el cierre de la edición impresa de Excélsior, continuaba compareciendo el DRO.

Se prevé que el juez Joel de Jesús Garduño Venegas determine si vincula o no a proceso al imputado por el  presunto homicidio de 26 personas, 19 menores de edad y seis adultos.

Durante la audiencia, los familiares escucharon a dos testigos y a un perito presentados por la defensa.

Se generó tensión en la sala cuando el perito argumentó que el mármol que se había usado para remodelar el departamento de la directora del colegio, Mónica Villegas, y que se encontraba como un piso extra en la parte superior del colegio, no era un factor para que la estructura colapsara.

Me daban ganas de levantarme y yo misma responderle al perito. Reclamarle que sólo puede hablar así porque no tiene a un hijo o a una madre muerta como nosotros”, dijo a Excélsior una de las madres presentes.

Tras más de 11 horas, en las que la defensa presentó las pruebas en favor de Juan Mario N., los familiares no sólo se notaban cansados, también decían sentirse desgastados y confundidos por toda la información presentada, incluso, con términos tan especializados en ingeniería, arquitectura y de normativa, que en un par de ocasiones la defensa terminó confundiendo a los mismos abogados que integraban el tribunal.

En algún momento la policía procesal pidió a uno de los familiares de las víctimas salirse de la audiencia, argumentando ante el juez que dicha persona se había tocado la cara y estaba haciendo gestos que eran prohibidos.

Ésta es la segunda audiencia a la que asisten los deudos del Colegio Enrique Rébsamen para buscar justicia; la primera fue el lunes y duró seis horas, y ésta, que, al cierre de la edición impresa de Excélsior, llevaba más de 11.

Algunos padres, como Alejandro Jurado y Mireya Rodríguez, que perdieron a su hija Pao de 7 años, no han conseguido la fortaleza para asistir a ninguna de las dos audiencias.

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cva