BUENOS AIRES (AP) — La desaparición de un artesano luego de participar en una protesta de una comunidad indígena de la Patagonia argentina ha desatado el reclamo de organizaciones sociales y políticas, que responsabilizaron a las fuerzas de seguridad de que el joven siga con paradero desconocido.
Familiares de Santiago Maldonado, de 28 años, denunciaron a la justicia que el joven no ha sido visto desde el 1 de agosto luego de que gendarmes (policías de frontera) se lo llevaran por la fuerza durante el desalojo de la comunidad mapuche “Pu Lof en Resistencia” de una ruta cortada en el departamento Cushamen, en la provincia de Chubut.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, afirmó el lunes a periodistas que desde que allegados de Maldonado reclamaron su aparición “el principal interés” del gobierno ha sido buscarlo y subrayó que las autoridades “defienden los derechos humanos” y no encubren “ningún tipo de delito”.
La funcionaria indicó que “no hay ningún indicio” de que Gendarmería Nacional esté involucrada en la desaparición de Maldonado y que “no se puede decir que Santiago haya estado en el lugar” ya que las personas que protagonizaron el corte de ruta “estaban encapuchadas y salieron corriendo hacia la zona de la comunidad” mapuche en Cushamen, unos 1.800 kilómetros al suroeste de Buenos Aires.
Organizaciones humanitarias y sindicatos realizarán entre el lunes y martes distintas marchas en la capital y otras ciudades argentinas en reclamo de la aparición de Maldonado, un artesano residente en la localidad sureña de El Bolsón y que se sumó al corte de ruta en reclamo de la libertad del líder mapuche Facundo Jonas Huala, detenido desde junio acusado de haber provocado incendios.
Sergio Maldonado, hermano de Santiago, y organizaciones humanitarias presentaron pedidos de búsqueda a la justicia. “Estamos convencidos de que a Santiago lo desapareció la gendarmería”, afirmó Maldonado, quien exigió que el gobierno “dé una respuesta” por la ausencia de su hermano. “Cada minuto que pasa es una angustia terrible”, sostuvo.
Además indicó que Santiago era artesano, “un viajante, mochilero que buscaba experiencias” y que se solidarizaba con todos los reclamos sociales. “Podría haber estado ahí apoyando a la comunidad mapuche como en un comedor” para personas con necesidades, acotó sobre su hermano.
El Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) pidió “una acción urgente al Comité contra la Desaparición Forzada de Naciones Unidas para que el Estado tome de manera inmediata todas las medidas necesarias para buscar y localizar a Santiago Maldonado”.
Partidos izquierdistas y referentes de la agrupación Unidad Ciudadana -encabezada por la expresidenta Cristina Fernández (2007-2015)- denunciaron la inacción y falta de explicaciones del gobierno sobre la situación del joven. “Santiago debe aparecer. Y debe aparecer con vida”, publicó la exmandataria en su cuenta de Twitter.
Según el CELS, un centenar de gendarmes ingresó de forma “violenta al territorio de la comunidad mapuche, dispararon balas de plomo y de goma y quemaron objetos pertenecientes a las familias”.
Mapuches participantes en la protesta afirmaron a la prensa que la última vez que vieron a Maldonado estaba aferrado a un árbol, sin atreverse a cruzar un río para huir de la represión de los gendarmes. Asimismo escucharon “estás detenido”.
El Juzgado Federal de Esquel, a cargo del juez Guido Otranto, informó que “no se ha corroborado” que Maldonado fuera detenido por la Gendarmería en el operativo realizado “en el sector de la Estancia Leleque de la Compañía de Tierras Sud Argentino SA ocupado por el Pu Lof en Resistencia”.
En un comunicado, el juzgado agregó que indígenas impidieron la posibilidad de realizar rastrillajes para buscar al joven y pidió datos a los “testigos presenciales” que habrían visto cuando el manifestante era capturado por gendarmes y subido a una camioneta.
Según el gobierno, el desalojo de la ruta fue ordenado por el magistrado debido a “hechos de violencia extrema” protagonizados por los mapuches.