La anciana vivía con un nieto en una humilde residencia en Feira Nova, ciudad a 783 kilómetros de Sao Luis, la capital de Maranhao, pero su familiar no estaba en la vivienda en el momento del crimen.
El nieto encontró el cuerpo de la mujer en la mañana del sábado, cuando regresó a su casa tras haber acudido a una fiesta.
De acuerdo con la Policía, por la cantidad de sangre esparcida por toda la casa y por la forma desfigurada como quedó la cabeza, los investigadores sospechan que la mujer murio a golpes probablemente con algún objeto.
El cuerpo también tiene señales de estrangulamiento.
La Policía trabaja con la hipótesis de latrocinio (robo seguido de muerte) cometido por al menos un asaltante, que dejó huellas de sus zapatos en la casa de la anciana, pero no sabe si otras personas pudieron participar en el crimen.
El violento homicidio provocó gran conmoción en Feira Nova, una ciudad de 8.000 habitantes.