Ajustado triunfo del PRI en EdoMex, entre sospechas y denuncias de fraude
El viernes 2 de junio, 48 horas antes de la elección a gobernador en el Estado de México, que cumple 88 años bajo el gobierno del oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI), empezaron a circular falsos volantes del Instituto electoral local que buscaban infundir miedo a la población que pensara ir a votar.
Los volantes advertían a los ciudadanos qué hacer en caso de que se presentarán hechos violentos en las casillas el día de la elección. Un día después, desconocidos arrojaron cabezas de cerdo y cruces a distintas sedes del opositor Movimiento Regeneración Nacional (Morena), que amenazaba con ganar el control del bastión oficialista.
El domingo, los primeros resultados daban empate técnico entre los candidatos Alfredo del Mazo (PRI) y Delfina Gómez (Morena), pero un conteo rápido difundido por la noche por el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) daba una ventaja mínima al oficialista que habría obtenido 33,31 % de los votos contra 31,02 de su más cercana contrincante.
Los priistas ya cantaron victoria, a pesar de que no es una cifra definitiva y que la diferencia es mínima. La izquierda ya amenaza con llevar la revisión de la elección a los tribunales y los analistas consideran que aunque el PRI ganara la elección, llegará en una situación de debilidad a los comicios presidenciales de 2018.
Tony Payan, director del Centro sobre México del Baker Institute en la Universidad de Rice, Estados Unidos, explicó a Infobae que aunque el oficialismos mantuviera el triunfo, si se suma el 30% de Morena con el 17% del candidato del otro partido de izquierda, el de la Revolución Democrática (PRD), significaría que de confirmarse la victoria de Alfredo del Mazo, gobernaría con el respaldo de menos de la tercera parte de la población, lo que provocaría fracturas en su estado.
“Aunque e PRI gane con ese pequeño margen, el partido pierde y queda muy debilitado en su bastión más importante, porque ha sido ineficiente, corrupto. El electorado está muy dividido, fue una campaña muy sucia, violenta, donde definitivamente el PRI perdió y se muestra el descontento de la población en el bastión más importante para el priismo”, externó.
Morena tampoco no está dispuesto a perder la elección. En tres mensajes difundidos a través de redes sociales, su líder nacional y aspirante a la presidencia de México, Andrés Manuel López Obrador, hizo un llamado a la población a tomar fotografías de los resultados finales que se colocan afuera de cada casilla de votación en caso de que tuvieran que ser usados como prueba durante una posible impugnación de los comicios.
“Lo que acaba de hacer el IEEM es una farsa, una vil simulación. Formalmente tenían que dar resultados del conteo rápido sobre 1.800 casillas y ellos aceptan que dan resultado de 1.300 casillas, 500 casillas menos de lo que estaba en la muestra“, advirtió.”Vamos a defender los votos acta por acta, casilla por casilla, no vamos a claudicar, tenemos que defender la democracia. México necesita que se respete la voluntad de los ciudadanos“, agregó.
Payan estima que llevar la elección a los tribunales sería desgastante y aunque esta instancia confirmara la victoria del oficialismo, “sería muy desgastante” para el PRI porque “fue una campaña muy sucia en la que la gente vio algo que no ya no quiere ver que es el viejo PRI y eso es lo que vio en esta elección: ese PRI que compra votos y que gana aunque sea a la mala”.
El fantasma del 0,56%
En sus mensajes, López Obrador aseguró que su partido defenderá el voto de manera pacífica. En caso de que sea necesaria una impugnación, para el líder izquierdista significaría revivir la elección presidencial de 2006 que perdió por sólo el 0,56%. Entonces emprendió una serie de acciones de resistencia como la instalación de un plantón a los largo de la avenida Reforma, una de las principales de la Ciudad de México, que duró semanas.
En esta ocasión, afirmó que no reconocer el triunfo de la candidata de su partido que lleva la delantera en otro conteo oficial “es un descontón al estilo priista, al estilo Atlacomulco –grupo político que controla el PRI-. No lo aceptamos”, expuso.
A los “voceros de la mafia del poder” les dijo que van a actuar de manera responsable, “no vamos a la confrontación y a la violencia”.
Guadalupe Correa Cabrera, profesora asociada de la Universidad de Texas, coincide con Payan en que de cualquier manera el PRI es el gran perdedor de la elección porque la diferencia con la candidata de izquierda “sería muy pequeña, en una elección muy sucia, llena de delitos electorales, violencia como eso de arrojar cabezas de cerdo. Sería un triunfo muy cuestionado porque Delfina estuvo a la cabeza todo este tiempo. El PRI echó a andar toda su maquinaria y el descontento es visible”.
De los cuatro estados que celebraron elecciones el domingo en el país, el Estado de México fue el que registró más denuncias por delitos electorales con 801 reportes, de un total de 2.798.