Las metanfetaminas fueron originalmente descubiertas en 1919 y eran utilizadas para tratar la depresión, la narcolepsia, la obesidad, el déficit atencional y el alcoholismo. Sin embargo, con el tiempo los usos que se le dieron a la droga fueron otros. Fue declarada como una droga altamente adictiva por los estadounidenses, quienes hasta el 2012, registran 1.2 millones de consumidores.
Las consecuencias de las metanfetaminas en el cuerpo son devastadoras, y muchas veces puede llevar a la sobredosis. Esta es una foto de una adicta a las metanfetaminas.
Tiene los rasgos más comunes de un adicto: heridas en la piel, arrugas y ojeras, además de una complexión muy delgada debido a la pérdida de peso.
“En la foto tengo 19 años y estaba en el peak de mi adicción. Pesaba 50 kilos y mido un metro 80. Era una ladrona, una amiga horrible, le mentí a mi familia y los engañé varias veces. Cuando tenía 22, me miré al espejo y decidí que así no era como quería ser, y nunca miré atrás”.
Su primer paso fue conseguir un perro que la pudiera acompañar y ser leal durante todo su proceso. Hoy, 9 años después, esta ex-adicta a las metanfetaminas tiene un hijo de 9 años y se ha mantenido limpia.
¿Y tú podrías salir de una adicción así?
Source: UPSOCL