Las personas, ya sea familias o solteros, que están en la búsqueda de incluir un nuevo miembro en su familia suelen buscar cachorros, a lo más animales que no tengan más de un par de años. Así que mientras más tiempo pasan en los refugios, es más complejo que sean adoptados.
Y cuando ya pasan un par de años, lo más probable es que se queden ahí hasta el final de sus días o terminen siendo dormidos para siempre.
Eso era lo que todos pensaban pasaría con Roxy, una perra que ya llevaba ocho años en el Santuario de animales Teckels en Whitminster, Inglaterra.
Afortunadamente, no fue el caso. Con todos los años que Roxy llevaba en el refugio, era la favorita de los voluntarios y trabajadores del lugar, quienes se dedicaron con gran pasión a mantenerla activa y evitar que sucumbiera ante la depresión que muchos animales viven por pasar tanto tiempo encerrados.
Leanne Wenban es una peluquera de perros que vio a Roxy un día a través de las redes sociales del santuario y se enamoró de ella irremediablemente, así que decidió que se convertiría en su familia.
El problema es que Roxy llevaba tantos años viviendo en el refugio, que no era simple llegar y sacarla de ese lugar. Así que Leanne y su pareja Sam tuvieron que realizar un arduo trabajo de seis meses para que la perra se acostumbrara a ellos.
“Al principio ella nos ignoró, pero fuimos a verla todos los jueves y domingos. Al principio nos sentábamos en la jaula con ella y luego, eventualmente, pudimos sacarla a pasear y abrazarla”.
-Leanne Wenban.
Con el paso del tiempo, los voluntarios del refugio dejaron de supervisar las visitas de la pareja a Roxy y comenzaron a pasar tiempo solos.
Después comenzó a ir de visita a la casa de Leanne y Sam por un par de días hasta que se acostumbró lo suficiente como para mudarse con ellos definitivamente.
De hecho, Roxy acaba de celebrar su primera Navidad fuera del refugio y con su familia definitiva, con quienes ya está completamente asentada y a quienes no duda en demostrarles su amor.
“A ella le encanta estar metida en su manta. Ella también tiene su propio dormitorio, que es como la cama de un niño pequeño. Ahora ella sabe que está en casa”.
-Leanne Wenban.
Los cachorros podrán ser muy adorables, pero nunca es malo adoptar a uno viejito y hacer que vivan llenos de amor los últimos años de su vida.
Source: UPSOCL
