Hay una sola cosa que absolutamente todas esperamos con las mismas ansias: el día de pago. Después de otro mes de aguantar un trabajo que odiamos, y de soportar con nuestra sonrisa más irónica a la p*rra de nuestra jefa, por fin llega nuestro merecido premio. El momento es tan importante que pasamos por distintas y fuertes etapas emocionales, y de seguro las reconocerás en seguida:
1. La Todapoderosa
Nada puede afectarte. Acabas de ver tu cuenta bancaria completamente llena y eres invencible. ¿Cancelaron tu serie favorita? Ni te inmutas, puedes producir una nueva. ¿Netflix dejará de existir? Pues creo mi propia empresa. ¿Falleció tu tía lejana? No hay tristeza, la revivo con todo el dinero que tengo.
2. La Soñadora
Ahora ya volviste un poco más a tierra. Descubriste que no eres Dios, pero que sí hay muchas cosas que puedes hacer. Si ahorras una parte de lo que te pagaron hoy, podrás pronto comprar tu gran mansión y llenarla de tigres y leones. Amas a los gatos, pero ya te aburrieron un poco. Estará en la cima de una montaña y la piscina en el techo de la construcción. Comienzas a hacer los planos.
3. La Generosa “Yo Invito”
Pero bueno, es un día tan genial que puedes usar algo del dinero inmediatamente también, claro, pues la idea es disfrutarlo. Llamas a todos tus amigos y familiares, e incluso algunos con los que estaban peleados. ¿Quieren algún regalo? ¿Juntarse a comer contigo? La vida es hoy, hagámoslo.
4. El Desenfreno
Y si tú trabajaste por él, ¿quién lo merece más que tú? Un reloj nuevo, joyería y mucha ropa es algo que nunca estará de más.
5. La Vuelta a la Realidad
Vuelves a revisar tu cuenta. Esta vacía, y sin entender cómo pasó eso en tan poco tiempo, lloras al descubrir que ahora incluso tienes deudas.
6. El Estrés
Piensas cuantas horas extras tendrás que trabajar para solucionar tu problema monetario.
7. La Desesperación
Te das cuenta de que aunque trabajes toda tu vida, no lograrás ser millonaria como quieres. Otro mes en el que pasó lo mismo.
8. La Huida
Aunque en verdad quieres escapar de tu hogar y de tu trabajo, e irte a vivir debajo de un puente, no puedes hacerlo. En este momento solo ignoras el problema. Ignorar e ignorar. Olvidas que estás pobre por un rato, como si nada pasara. ¡Adiós mundo cruel!
9. El Aguante
Ya termina el mes y no puedes seguir ignorando, porque necesitas comida para sobrevivir. Y para eso, dinero, claro. Como no lo tienes, aplicas estilo supervivencia extrema. Tomas todo lo que quedó sobrando en tu nevera: la mayonesa que estaba en el fondo, con el pan que habías comprado hace dos semanas (por suerte te sentías todapoderosa y te llevaste montones). Soportas el sabor añejo, solo quedan un par de días para el próximo pago… y todo vuelve a comenzar.
¿Tú también estás llorando? ¿Sientes pánico? Apuesto a que tus compañeras de trabajo también. ¡Así que comparte esto con ellas para que puedan sufrir juntas!
Source: UPSOCL