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viernes, septiembre 20, 2024

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10 señales que demuestran que él ya no te quiere tanto

10 señales que demuestran que él ya no te quiere tanto

“No te escribe, Muriel, te contesta”, dice una amiga a otra en una ilustración de Flavita Banana. El autoengaño tiene tantas formas de adoptarse, que resulta muy cómodo instalarse en él. Perder el amor de quien amamos llega a doler tanto o más que una extracción de muela sin anestesia; es casi como golpearnos enérgicamente el dedo más pequeño del pie con un objeto inamovible. El dolor es tan intenso –y tan común– que pocos sabemos cómo manejarlo.

Así, apostamos cobardemente a que nuestras acciones hablen por nosotros; mandamos señales que nos eximen de la responsabilidad de nuestros actos. Al menos así sucede en las relaciones amorosas; al dejar de querer a alguien y no tener el valor para decirlo, se mandan señales –conscientes o no– que esperamos sean interpretadas. De esta forma el problema queda en manos del intérprete, quien angustiosamente percibe el alejamiento emocional de su pareja, aunque ella se encuentre al otro lado de la cama.
¿Cuáles son esas señales que demuestran que él ya no te quiere tanto?

10. Habla sólo de él mismo

La mayoría buscamos expulsar de nuestros adentros lo que nos abruma, lo que nos entusiasma o, simplemente, la idea que nos dejó el sueño de la noche anterior. Cuando hay amor, escuchar es esencial. Nos interesa saber qué piensa y cómo se siente el otro para ayudarlo o acompañarlo; sin embargo, cuando el amor comienza a menguar, también lo hace el interés. Contrario a lo que se cree, poco tiene que ver la cotidianidad, pues hay parejas que han pasado decenas de años juntos y aún así tienen algo qué contarse. Pero cuando él deja de escuchar y en lugar de eso sólo habla de sí mismo, puede ser una señal de que el interés y el cariño hacia ti se ha terminado.

9. Deja de incluirte en sus actividades

El cine se ha vuelto un campo de batalla, desde la película a elegir hasta comprar las palomitas se ha vuelto un problema. Entonces, la única solución que él plantea es: dejar de ir. Las salidas a lugares nuevos se vuelven cada vez menos frecuentes; poco a poco el espacio personal se extiende hasta marcar una distancia abismal en la que, tras una rara coincidencia, te percatas de que él y tú llevan vidas completamente separadas que, de vez en cuando, se reúnen. La independencia no sólo es natural, sino sana y necesaria; pero es difícil ignorar cuando, más que un espacio, él ha construido un muro ante ti.

8. Está ausente

Su cuerpo está ahí, pero él no. Contesta con monosílabos, las sonrisas parecen forzadas y su mirada está extraviada; su alma parece estar en otro lugar y otro momento. Las charlas son cada vez más sosas también debido a que el entusiasmo que antes iluminaba las calles por las que caminaban de la mano ya no existe más.

7. Tus amigos lo notan

A veces somos los últimos en enterarnos de lo que está frente a nuestras narices. Por lo tanto, tus amigos –quienes te conocen a la perfección– saben cómo germinó, evolucionó y decayó tu relación. Son los mejores observadores porque desde la distancia no involucran sentimientos en lo que ven. Si ellos te dicen que él ya no es el mismo de antes, su juicio es el más objetivo y acertado.




6. Dice “te amo” a cuentagotas

Las palabras alimentan a las emociones y las emociones nutren a las palabras. Aunque hay personas poco expresivas –quienes no pueden o no les gusta demostrar su sentir– el estar enamorado te lleva a un estado de ánimo donde decir lo que se siente se vuelve urgente. La ausencia de palabras amorosas puede ser una señal que denote la ausencia de emoción por parte de él.




5. El sexo ya no es lo mismo

Los primeros encuentros sexuales quedaron en el olvido; tener relaciones parece ser más un requisito que un deseo imperioso por parte del otro. Las excusas para evitar el contacto físico salen a flote de manera frecuente y aunque es verdad que en las relaciones largas la sed carnal viene y va, no es normal que el sexo desaparezca por completo de la noche a la mañana. Si la cantidad de encuentros amorosos disminuyó, se puede hacer algo; pero si la calidez también se redujo, no es una buena señal.



4. Fue o es infiel

A menos que la relación sea explícitamente abierta, si él ha sido infiel, es una clara señal de que ha perdido el interés que tenía por ti. Pese a las discusiones en torno a la fidelidad y sus mitos, lo cierto es que romper la confianza de alguien es señal de que el amor y el respeto se ha perdido.


3. Cuando hay peleas, sólo tú buscas una solución

Pueden pasar días o semanas, revisas el teléfono y no hay mensajes ni llamadas perdidas. En las relaciones hay problemas y peleas, pero también hay reconciliaciones y soluciones. Cuando sólo uno de los implicados busca resolver los conflictos, puede ser que la otra parte no tenga interés en continuar y tampoco el valor para terminar.  Es verdad que el error pudo ser tuyo, en cuyo caso es entendible que él marque su distancia; pero cuando fue una equivocación suya o un malentendido entre ambos, hasta un emoji puede ser suficiente para iniciar una plática y arreglar las cosas.


2. Critica todo lo que eres y haces

Cuando la persona que quieres expresa únicamente lo que no le parece de ti, tal vez no intente ayudarte a mejorar sino criticarte para expresar su inconformidad con la relación que tienen. Los comentarios que aluden a la manera en que la vistes, cómo te comportas, tus amistades y tus decisiones en general, son –a menudo– manifestaciones violentas de las que debes alejarte. Obviamente la violencia no sólo es una clara señal de ausencia de cariño, también es una alarma para terminar por completo con esa persona.



1. Te lo ha dicho

No hay peor ciego que el que no quiere ver. Es decir, existen situaciones tan dolorosas que simplemente nos negamos a aceptarlas. Si él te ha dicho que ya no te quiere tanto, que siente que la relación está estancada, que quiere buscar otras posibilidades, que ya no está a gusto, etcétera, es verdad. Escuchar algo así es difícil, pero decirlo también; no obstante, no hay nada más liberador y sano como hablar con la verdad.

“Nadie se muere de amor, Catalina, ni aunque quisiéramos”, se lee en “Arráncame la vida” de Ángeles Mastretta. Es verdad: el amor, como casi todo, tiene una inexorable fecha de caducidad. Ese final no es malo, probablemente tampoco bueno, simplemente es y uno debe aprender a vivir, sufrir y gozar con ello.

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Imágenes: Flavita Banana

Cltracltva

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Post y Contenido Original de : El Ciudadano
10 señales que demuestran que él ya no te quiere tanto
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