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sábado, septiembre 21, 2024

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10 absurdas y anticuadas tradiciones que tienen que seguir los niños de la realeza. No solo son lujos

Nacer en “cuna de oro” a simple vista se ve como una utopía. Tienen todo lo que desean, cuentan con el futuro arreglado y con una familia perfecta. Y, a pesar de que sí les entrega una posición privilegiada en la vida, no es todo color de rosas.

Pertenecer a la realeza desde pequeño, es decir, nacer como príncipe, princesa o con cualquier título nobiliario similar, no solo significa recibir los regalos más caros y lujosos en Navidad, sino que conlleva normas, protocolos y responsabilidades que muchas veces, para cualquier niño, pueden ser obstáculos en su infancia.

Los niños no tiene la capacidad de entendimiento de un adulto, pues nazcan donde nazcan, solo quieren jugar, mancharse, estar con sus padres, hacer pataletas, reír y tener sus amiguitos. Sin embargo, cuando nacen en una familia real, toda su infancia cambia. 

Aquí, las 10 más absurdas y arcaicas tradiciones que deben seguir:

1. Sus millones de nombres

AP

En promedio, un príncipe o princesa tiene entre 3 a 4 nombres, y no precisamente alguno que le guste a sus padres, sino el que le corresponda de acuerdo a su año de nacimiento. Normalmente antes de que nazcan, las familias reales ya tienen estipulado qué nombres llevaran en honor a otro miembro mayor de la realeza; como un tío, tía, abuelo, abuela, tatarabuelo, etc.

Además, a diferencia de los niños plebeyos, los de la realeza no tienen apellidos, sino el nombre de su condado o lugar de procedencia vendría siendo su apellido. Por ejemplo, el príncipe George es George Alexander Luis de Cambridge.


2. Sobre exposición pública 

EFE

Los pobres pequeños no tienen ni dos horas de nacidos, y ya están recibiendo cientos de miles de flashes de fotógrafos y medios de comunicación hambrientos por vender su foto. Esto es similar a los hijos de los famosos, sin embargo, a diferencia de ellos que tienen la opción de elegir si esconderlos de los paparazzis o mostrarlos al mundo, para las familias de la realeza no es opcional: es parte de sus tradiciones de buenas costumbres.

En la Corona Británica la primera que debe saber del nacimiento es la Reina, y luego están obligados a salir del Hospital con el bebé en brazos. En la familia real sueca también es obligación que el Palacio anuncie oficialmente el nacimiento y el género del bebé.

Esta exposición se mantiene durante su vida, y el proceso más complejo es cuando tienen un par de años y entienden a medias por qué todo el mundo se interesa en ellos con tanta vigorosidad. Para Harry y William fue muy complejo estar siempre en el escrutinio público.


3. Trajes ridículos de bautizo

Chris Jackson

Todas las Coronas son muy religiosas y celebran todos los ritos religiosos respectivos. Uno de ellos es el bautizo, y el bebé sea hombre o sea mujer, debe usar un vestido como de muñeca de porcelana beige antiguo. ¡Pobrecitos!


4. Amistades reales

EFE

Los niños de la realeza, una vez cumplan la edad suficiente, son llevados a jardines infantiles y colegios que solo asisten niños de familias reales y aristocráticas. Además, eso de llevar improvisado a un compañerito a casa después de la escuela está prohibido. Todos los encuentros deben estar rígidamente planeados de acuerdo a sus apretadas agendas.

Nada de ir a jugar al balón con amigos de la plaza…


5. No pueden usar aparatos electrónicos

Chris Jackson

Tienen prohibido usar smartphones, tablets y computadores cuando niños. Kate y William han hablado públicamente que prefieren darles a sus hijos juguetes que los hagan pensar antes de la tecnología.

Y a pesar de que por un lado está bien, prohibir por completo la tecnología es anularles la época en que han nacido y desde luego eso tampoco es sano.


6. Tienen juegos de mesa prohibidos

Chris Jackson

Hay juegos de mesa que rompen con los protocolos reales. Los niños no tienen permitido hablar ni jugar con dinero, autoridades gubernamentales ni cualquier tema fuera de la lista de las cosas que deben aprender. Por lo tanto, el famoso “Monopoly” está absolutamente vetado.


7. Su forma avejentada de vestir

Chris Jackson / Hulton Archive

Los niños en general les gusta vestir cómodos para jugar sin problemas. Pero los niños de la realeza, desde pequeños, deben vestir formal. Más que niños, los hacen lucir como pequeños viejitos.


8. Roles y deberes

AP

Desde que son muy pequeños deben cumplir con ciertas responsabilidades. Un niño de la realeza no va a la escuela y luego llega a jugar a casa, sino que debe cumplir con un rol dentro de su familia. Por ejemplo, los hijos de Alberto de Mónaco y Charlene, deben viajar con su padres y seguirles el cansador ritmo a sus giras reales. Lo mismo con los hijos de William y Kate, quienes además, son un eslabón muy importante pues atraen popularidad a la Corona.

Incluso, hay veces que sus responsabilidades reales afectan a sus actividades curriculares. Por ejemplo, Moulay Hassan, el príncipe de Marruecos, acompaña a su padre a todas las giras reales desde que tiene 10 años. Por ende, no va al colegio, sino tiene tutores y da exámenes libres.


9. Comportarse en público

Chris Jackson

El protocolo real incluye hasta a los niños. La pequeña Charlotte se ha hecho famosa por su carácter fuerte y pataletas en medio de eventos públicos importantes, y aunque Kate actúa muy natural y la contiene, no es para nada bien visto que un niño moleste o llore, debe comportarse a la altura de la situación…aunque tenga dos años.


10. La herencia discriminatoria

AP

A pesar de que esto ya se modificó en Inglaterra, en la mayoría de las otras familias reales los niños hombres, aunque sean menores que sus hermanas, se quedan con la herencia al trono y, por ende, a la mayor fortuna.

Source: UPSOCL

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