La actriz y cantante Lorena Herrera siempre ha sido reconocida por ser una persona muy “abierta” y relajada.
Sin embargo, esta vez demostró que también tiene límites y valores muy definidos.
Finalmente con cosas que tienen que ver con su marido, Roberto Assad.
TODO OCURRIÓ DE ESTA FORMA
Todo ocurrió durante el programa de Unicable Terapia de Shock, donde Lorena manifestó su oposición a las relaciones swinger.
Esto cuyo estilo de vida consiste en intercambiar parejas.
Lorena Herrera aseguró que respeta totalmente a las personas que disfrutan ser swingers debido a que existe un sólido acuerdo entre ambas partes;
sin embargo, reiteró que ella jamás podría tener una relación de esa naturaleza, ya que lo ve como una perversión:
“Yo no compartiría a mi marido; no tengo tendencia a los swingers en lo más mínimo. Creo que los seres nacen con ciertas tendencias a perversiones.
Además [si las llevas al límite] caes hacia allá y vas llenando más eso.
Para mí, swinger es una perversión en la sexualidad; estoy en desacuerdo con eso”.
Lorena Herrera explicó que su opinión se basa en que su relación actual está en equilibrio tanto en lo sentimental como en lo sexual.
Finalmente lo cual ha logrado tras años de trabajar sus emociones.
EXPERIENCIAS ÍNTIMAS EN SU JUVENTUD
Asimismo, la actriz abrió sus experiencias íntimas y confesó que durante su juventud disfrutaba viendo películas de contenido erótico con sus parejas.
Lo cual ya no la llena debido a que llegó a la conclusión de que era una práctica que determinaba su deseo, en lugar de que su pareja fuera la parte principal.
Las declaraciones de Lorena Herrera dieron pie a un debate en redes sociales.
Ya que una parte aplaudió la forma de pensar de la intérprete de ‘Masoquista’, pero otra se dedicó a criticarla y tacharla de hipócrita.
Esto debido a que uno de sus últimos videos musicales incluye escenas de contenido erótico.
ENTRE LA CONGRUENCIA Y LA INCONGRUENCIA
Entre todo el escándalo también hubo opiniones neutrales de personas que afirmaron que, aunque tampoco podrían tener una relación swinger.
Finalmente no lo verían como una perversión si la pareja involucrada tiene acuerdos y sentimientos claros.