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El pasado viernes 2 de agosto del 2019 Nataly Martínez Rivera murió en manos de dos mujeres. La vixtima era madre de tres pequeños, tenía 28 años de edad y vivía feliz en Tamaulipas.
Nataly era la menor de cuatro hermanas, era una muchacha linda, noble, positiva y hasta el día de hoy, nadie da crédito del ataque que sufrió.
Marina Martínez Rivera y Verónica Martínez Rivera eran hermanas de Nataly, siempre la presionaron y maltrataron. Ella les tenía miedo, vecinos y conocidos decían que las dos hermanas “estaban locas y eran agresivas“.
Hace un mes las hermanas amenazaron de muerte a Nataly.
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Dos días antes de haberla asesinado fueron a su casa a pedirle disculpas y como la joven madre era muy noble inmediatamente aceptó. Les dio un voto de confianza y creyendo en el parentesco consanguíneo y al amor fraternal olvidó todo.
Con engaños, Marina, Verónica y el novio de esta, se la llevaron y de la forma más humillante le quitaron la vida. La drogaron y la golpearon con un marro hasta que se cansaron, le rompieron el cráneo y otros huesos. La picaron con arma blanca, la violaron y le introdujeron frutas por ambas vías.
Fue sometida a una tortura inimaginable por sus hermanas.
No les bastó ver sufrir y llorar a su hermana, decidieron grabar lo que hicieron, captaron el video de cómo lloraba y cómo se desangraba.
Marina y Verónica se reían y se burlaban mientras escuchaban música de banda a todo volumen, no pararon hasta que su hermanita dejó de respirar. Luego mandaron el video y una fotografía de Nataly muerta a varios integrantes de la familia vía WhatsApp.
A la mañana siguiente luego de ver su cadáver desangrado, la amarraron, la envolvieron en una cobija, la metieron a una bolsa y la dejaron frente a su casa.
Las autoridades detuvieron a los tres asesinos, pero a las pocas horas liberaron a Verónica y su novio. Marina fue la única que fue vinculada al proceso por el delito de feminicidio.
La sociedad se encuentra indignada ante este feminicidio. Nataly no merecía morir y menos en esa forma, quienes la conocían y amaban aseguran que se trataba de envidia y maldad por parte de Verónica y Marina pues siempre fueron violentas y malignas.
Marina es la única detenida, pero no actuó sola, las autoridades dicen que no pueden juzgar a tres personas por el mismo delito así que liberaron a Verónica y su pareja.
Familia, amigos y conocidos exigen justicia para Nataly, todos los que participaron en este crimen de lesa humanidad deben ser sentenciados con todo el peso de la ley.