Kinshasa, 26 May (Notimex).- El brote de ébola declarado en el noroeste de la República Democrática del Congo (RDC) ha causado 10 muertos confirmados y 35 casos positivos de la enfermedad en los últimos días, según los datos publicados este sábado por el Ministerio de Sanidad.
El ministerio señaló que también hay 13 casos probables y seis sospechosos, mientras continúa una campaña de vacunación en Mbandaka, la ciudad de 1.2 millones, ubicada en el río Congo, donde se han confirmado cuatro casos de ébola.
Los otros casos confirmados se encuentran en las zonas rurales de Bikoro e Iboko. De las muertes confirmadas de Ébola, cinco han ocurrido en Bikoro, dos en Iboko y tres en la zona de Wangata de Mbandaka.
El director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo en una reunión en Ginebra el sábado que “personalmente estoy comprometido a garantizar que hagamos todo lo que podamos para detener este brote lo antes posible”.
Con estos últimos datos, las muertes totales de personas con síntomas de ébola ascienden a 23, al añadir la sucedida en la zona de Iboko.
Los casos totales de ébola, incluyendo los que aún están sin confirmar, en las tres áreas afectadas (las rurales de Iboko y Bikoro y la urbana de Mbandaka), se sitúan en 54: seis sospechosos, 13 probables y 35 confirmados.
Según un comunicado, el ministro de Sanidad congoleño, Oly Ilunga, se ha trasladado a Mbandaka, donde se ha vacunado para “dar ejemplo a toda la comunidad”.
Se inmuniza con la vacuna experimental rVSV-ZEBOV, probada ya en Guinea Conakri tras la epidemia de 2014 a 2016, aunque ahora en la RDC es la primera vez que se toma esta medida en el estadio inicial de un brote de ébola.
Entre otras iniciativas tomadas, destaca el establecimiento de una línea telefónica a la que los ciudadanos pueden llamar para consultar sobre medidas de prevención, síntomas, períodos de incubación y demás informaciones relativas a la enfermedad.
La peor epidemia de ébola conocida se declaró en marzo de 2014, con los primeros casos que se remontan a diciembre de 2013 en Guinea Conakri, desde donde se expandió a Sierra Leona y Liberia.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) marcó el fin de la epidemia en enero de 2016, después de registrarse 11 mil 300 muertes y más de 28 mil 500 casos, aunque ha admitido que estas cifras podrían ser conservadoras.