Este año ha estado marcado por la pandemia de coronavirus y la realidad es que el 2021 irá peor hasta llevarnos a una crisis humanitaria de proporciones catastróficas; no solo lo dicen los astros, es una advertencia de las Naciones Unidas.
La organización mundial también ha hecho un llamado a los países que están por distribuir las vacunas contra la COVID-19 para que no la conviertan en un privilegio exclusivo de los ricos.
“Simplemente no podemos aceptar un mundo en el que los pobres y marginados sean pisoteados por los ricos y poderosos en la carrera por las vacunas”, dijo Tedros Adhanom Ghebreyesus, el jefe de la Organización Mundial de la Salud, a la Asamblea General.
Tedros destacó que estamos viviendo una crisis mundial y por lo tanto las soluciones deben de ser compartidas equitativamente, como “bienes públicos mundiales”.
El jefe de la OMS habló en una conferencia especial sobre COVID-19, que ya ha infectado a 65 millones de personas en todo el mundo, junto a David Beasley, el jefe del Programa Mundial de Alimentos, quien ya ha lanzado advertencias sobre una hambruna de proporciones bíblicas en 2021.
Beasley explicó que con lo que han visto en 2020 tiene la base para proyectar cómo el hambre afectará a millones de personas, y señaló que incluso ya “está tocando la puerta” en al menos una decena de países.
La crisis de 2021 será la peor desde el comienzo de Naciones Unidas, hace 75 años.
Ambos funcionarios advirtieron que la organización no cuenta con los recursos necesarios para hacer frente a una crisis de esa magnitud, así que darán prioridad a “los icebergs frente al Titanic”.
El porcentaje de las personas que necesitan ayuda humanitaria ha aumentado en un 40 por ciento con la pandemia, las medidas adoptadas por los gobiernos para detener la propagación del virus y el impacto económico que ambas cosas han provocado.
Tras exponer ambas cosas, Beasley hizo un llamado a que se destinen 35.000 millones de dólares a la financiación de la asistencia humanitaria. Por su parte, Tedros pidió 4.300 millones de dólares para un programa mundial que permita compartir las vacunas equitativamente.