Ginebra, 8 Jun 2018 (AFP) –
Los miembros de la Organización Internacional de Trabajo (OIT) decidieron el viernes en Ginebra elaborar de aquí a un año un tratado internacional contra la violencia y el acoso en el trabajo, dando un nuevo impulso al movimiento #MeToo.
En el último día de la 107ª sesión de la Conferencia Internacional del Trabajo, los representantes de los gobiernos, empleadorse y trabajadores de los 187 Estados miembros de la OIT adoptaron una resolución instando a la agencia de la ONU a adoptar “normas sobre la violencia y el acoso en el mundo del trabajo”.
Estas normas formarán una “convención” restrictiva, “completada por una recomendación”, según la resolución adoptada por la OIT, tras una decena de días de discusiones. La convención, que todavía tiene que ser formulada, será aprobada en junio de 2019, cuando el organismo celebre su centenario.
La resolución pide que la convención prohíba “cualquier forma de violencia y acoso” en el mundo del trabajo, incluya la aplicación de sanciones por los países y garantice “la existencia de medios de inspección”.
Según el texto, la lucha contra la “violencia y el acoso” en el trabajo tendría que centrarse “en el conjunto de comportamientos y prácticas inaceptables” en el mundo laboral “que tienen como objetivo causar, causan o son susceptibles de causar un daño físico, psicológico, sexual o económico”, y poco importa si “se producen en una sola ocasión o de manera repetida”.