Pocos han salido en su defensa después de ver las imágenes. La violencia ejercida por el diputado conservador y secretario de Estado de Exteriores británico para Asia y Pacífico, Mark Field, contra una activista de Greenpeace que irrumpió en la noche del jueves en una cena oficial, ha desatado la indignación en el país.
El político, que estampó contra una columna a la ecologista y la agarró del cuello para sacarla de la sala, ha sido suspendido del cargo por Theresa May y el Gobierno ha abierto una investigación sobre el incidente.
Se celebraba la cena anual de Mansion House, residencia del alcalde de la City financiera de Londres, y el ministro de Economía, Philip Hammond, exponía desde el atril su visión sobre el estado de la economía del Reino Unido.
Unos cuarenta activistas de la organización ecologista Greenpeace irrumpieron por sorpresa en el recinto para protestar por la escasa respuesta que, según ellos, había desplegado el Gobierno frente a la amenaza del cambio climático.
En el vídeo, que salió a la luz este viernes por la mañana, se ve cómo Field se levanta de la mesa al ver pasar tras de sí a Janet Barker, una mujer que participaba en la protesta. El político la estampó de inmediato contra una columna cercana, y a continuación la agarró violentamente del cuello y la empujó hacia la salida.
“La primera ministra ha podido ver las imágenes y las ha encontrado muy preocupantes”, se limitó a decir un portavoz de May, inmediatamente después de que se conociera que el Gobierno había suspendido de su cargo a Field y abierto una investigación sobre lo sucedido.
“En medio de la confusión, muchos invitados se sintieron amenazados, y cuando una de las manifestantes pasó por detrás mío hacia la mesa presidencial reaccioné de un modo instintivo. Pensé que podía estar armada”, ha justificado su acción el político en una declaración emitida por la cadena de televisión ITV.
Field, quien resulta ser uno de los principales aliados políticos del ministro de Exteriores y candidato a liderar el Partido Conservador, Jeremy Hunt, pidió excusas y puso su cargo a disposición del ministerio.
La activista agredida renunció a presentar acusación contra el alto cargo del Gobierno, aunque varios de los presentes denunciaron a la policía lo ocurrido. “Nuestro propósito era pacífico. Esperábamos resistencia, pero no de ese tipo. Suponía que se abriría una discusión algunos de los invitados, o que intentarían bloquearme el paso, pero de ningún modo pensaba que alguien me agarraría por el cuello”, ha dicho Barker a la BBC.
Laboristas y conservadores, con alguna excepción entre los segundos, se mostraron escandalizados ante el comportamiento de Field. “Debe dimitir y debe ser arrestado. Me da igual el orden. Nadie que reacciona de ese modo ante una protesta pacífica debería estar sentado en nuestro Parlamento”, dijo Tonia Antonizzi, diputada laborista.
El presidente del Partido Conservador, Brandon Lewis, aseguró que entendía perfectamente que la gente hubiera mostrado su preocupación ante una actuación de ese tipo, aunque pidió paciencia a la espera de que concluya la investigación oficial.
Después de lo sucedido se hizo público que Field había enviado una carta a la Policía Metropolitana de Londres en la que exigía “una mayor firmeza” frente a los manifestantes contra el cambio climático que paralizaron el centro de la ciudad durante una semana el pasado mes de abril.